Este lunes inicia el juicio por la desaparición de Soledad Olivera, que fue vista por última vez el 18 de noviembre de 2011, después de haber recibido un mensaje de Mariano Luque, único imputado en esta causa que la querella insiste en calificar de "femicidio", pero que en los papeles se juzgará como "privación ilegítima de la libertad".
Parte de la comunidad lavallina,a la que pertenecía la joven, hará una concentración en la previa del inicio del proceso en el Poder Judicial, este lunes a las 8.30, en reclamo porque "ante la imposibilidad de encontrar a la víctima, se estaría frente al riesgo de otorgarle a los femicidas o prostituyentes una fácil opción para reducir su pena en caso de ser acusados o encontrados culpables".
Diferentes organizaciones que se adhieren a la movilización marcaron que "las mujeres no desaparecen, las matan o las venden para su explotación sexual" e insistieron en que la desaparición de estas mujeres "se ofrece como el camino relativamente sencillo de burlar a la justicia".
Fernando Peñaloza sostuvo en el programa El Candil, de Radio Nacional, que el imputado está incriminado por mantener una fluida comunicación a través de mensajes de texto con la víctima. “Durante ese día en la mañana, hubo intercambio de mensajes de textos y Soledad salió diciendo que iba a juntarse con Luque y desde allí desaparece”, señaló.
“Para la ley se privó de libertad una persona pero está desaparecida, es muy liviano que se acuse a Luque por privación de libertad, es decir que hace tres años que la tiene privada de libertad”, indicó.