Con una manifestación de organizaciones sociales y políticas en las afueras de Tribunales comenzó este lunes el juicio por la desaparición de Soledad Olivera, una joven mujer lavallina que fue vista con vida por última vez el 18 de noviembre de 2011, después de haber recibido un mensaje de Mariano Luque, único imputado en esta causa que la querella insiste en calificar de “femicidio”, pero que en los papeles se juzgará como “privación ilegítima de la libertad”.
Diferentes organizaciones que se adhierieron a la movilización -entre ellas, La Colectiva, OMIN, Fundación Ecuménica de Cuyo, Los Irrompibles, La Cámpora, H.I.J.O.S, y otras- marcaron que “las mujeres no desaparecen, las matan o las venden para su explotación sexual” e insistieron en que la desaparición de estas mujeres “se ofrece como el camino relativamente sencillo de burlar a la justicia”.
Bajo una tenue llovizna y a pesar del frío desplegaron sus consignas en las escalinatas del Poder Judicial, para marcar presencia en el proceso en el que se intentará establecer los vínculos de Olivera con el imputado.
