La Comisión Nacional por la Memoria dio a conocer documentos que demuestras el seguimiento de inteligencia que le hizo la Maldita Policía de Eduardo Duhalde a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Una nota del suplemento No Se, de Diario Registrado, da cuenta del espionaje de la Bonaerense a la banda y el efecto de la recopilación policial sobre los barones de la política de ese entonces, segunda mitad de la década de los '90.
Cuenta la publicación que Helios Eseverri, ex intendente de Olavarría, se basó en los informes de la inteligencia de la policía de Duhalde para impedir dos show de la banda del Indio Solari, Skay Beilinson y la Negra Poli, en agosto de 1997. Las presentaciones estaban previstas el 16 y 17 y la suspensión por parte del intendente motivó una conferencia de prensa de la banda.
[youtube]vFoDNvROUgE[/youtube]Los informes realizados por la Inteligencia de la Policía Delegación Azul hablan de Los Redondos como "el fenómeno taquillero y más extraño que dio la cultura alternativa de la última década" cuyos integrantes "tuvieron una actitud combativa a todo lo que se pudiera llegar a identificar con el sistema".
Desde la DIPPBA afirmaban que las letras ricoteras "si bien no tienen una estructura tradicional, el mensaje está pero se necesita conocer el código para descifrarlo". Consideraban que para "una persona que los escuche por primera vez las letras no dicen nada y diría que carecen de sentido".
"Para integrar este público no es necesario ser algo especial, pueden ser melenudos o pelados, rubios o negros, de Capital, San Isidro, Matadero o La Plata. Es difícil distinguir a un integrante de las bandas pero cada uno de ellos cumple una serie de formalidades espirituales" consigna el informe.
Increíblemente, también expresa que esta gente "cree que se puede vivir de manera distinta a la que vende la televisión", más allá de sustentar que " suelen ingerir cerveza, vino y es notable verlos como algunos estaban en total estado de ebriedad".
Eseverri, quien falleció en el poder aún en 2007, se valió de esos informes policiales para cerrarles la ciudad a los artistas más convocantes de la década en el país y a sus fieles seguidores.