El ministro Félix González adelantó que habrá una mejora de la propuesta oficial sobre el filo del plenario general, en el que se resolverían dos días de paro. Los condicionamientos políticos y financieros dificultan los caminos para evitar que la insatisfacción de los educadores obstruya el inicio de clases.
Este jueves, cuando arrancaron los plenarios departamentales del SUTE, donde se originarán las mociones de protesta que se votarán en la reunión provincial de delegados prevista para este viernes, el ministro de Gobierno, Félix González, anticipó la crónica de lo que viene en la paritaria docente: "Si hacen paro, habrá descuento; y eso después pasará a ser otro tema de discusión en la paritaria".
El funcionario, además, adelantó que ante la cierta posibilidad del un paro de educadores en el inicio del ciclo lectivo, el gobierno hará una última apuesta.
Será una nueva oferta, superadora de la última que rechazó el gremio pero, todo indica, que también será "insuficiente", a secas, como se acostumbraron los gremios y la prensa a calificar a los porcentajes que ofrece el oficialismo y rechazan los dirigentes sindicales.
La contraoferta del Gobierno es un paso necesario para la aplicación de otra estrategia que aún no está definida 100%: el dictado de una conciliación obligatoria que impida el cese de las actividades educativas del calendario 2013 durante los primeros 15 días del ciclo lectivo. Para justificar esta medida, desde el punto de vista político el gobierno tiene que demostrar voluntad negociadora, algo que hace al plantear una contraoferta.
El jefe de la cartera política deslizó la amenaza del descuento de los días de paro al final de una entrevista de LV10, este jueves en la mañana, a cuatro días de la fecha establecida para el inicio del ciclo lectivo 2013. Los educadores que se expresaron en sus escuelas para conformar los mandatos particulares que llevaron los delegados a los plenario departamentales hicieron sus mociones plenamente conscientes de que un paro involucrará el descuento del proporcional del sueldo por parte del Gobierno.
Félix González dijo que a última hora del jueves, o bien, el viernes temprano, habría una nueva oferta del Gobierno, mejoradora del 21,5% que rechazó el SUTE la semana pasada. Por trascendidos no corroborados por fuentes oficiales se supo que la administración de Francisco Pérez no llegaría al 25% que exigen los dirigentes sindicales del oficialismo del SUTE como piso para militar el ofrecimiento entre las bases.
Y aunque lo hiciera no es seguro que una propuesta de ese tipo, sacada a la luz con los plazos puestos desde hace más de dos meses por el gremio de los educadores, sea capaz de evitar que por segundo año consecutivo en Mendoza empiecen las clases con las aulas vacías por una huelga de los docente.
Complejas aristas financieras y políticas
La negociación con los maestros tiene aristas variadas que generan un alto grado de complejidad.
Es la primera negociación a cerrar por el gobierno con los trabajadores del Estado, es decir, sienta precedente en el tono de discusión y el nivel de exigencia de los dirigentes gremiales y de respuesta oficial para el resto de las negociaciones con los empleados públicos.
El tironeo entre el gobierno y el SUTE es mirado de reojo desde la Casa Rosada, que bajó línea general para las provincias arreglos que no impliquen incrementos muy distintos al 22% para los docentes. Córdoba y Salta firmaron más del 25%, el resto del país sigue negociando con distinto grado de tensión.
Mendoza no es Buenos Aires, donde la paritaria docente condiciona las finanzas de la administración de Daniel Scioli y su relación con la Casa Rosada, pero tampoco es San Juan, donde los docentes anunciaron que no harán paro en el inicio de clases, a pesar de que no acordaron aún el aumento con el gobierno de José Luis Gioja.
Mendoza es la provincia más grande de las gobernadas por un referente indiscutidamente kirchnerista y todos están mirando en qué porcentaje cierra Paco Pérez la negociación con el SUTE para usarla como ejemplo. No es una paritaria más la de los docentes mendocinos a desde la óptica nacional.
En el aspecto financiero, la provincia estimó que un 20% de incremento salarial para el sector de la educación implica una masa de fondos cercana a los 900 millones de pesos, mientras que cada por cada punto porcentual por encina de la referencia el monto crece en más de 50 millones de pesos, lo que exhibe la tremenda incidencia en las cuentas públicas que tiene la negociación con el SUTE.
El gobernador lo dejó en claro con una comparación que hizo días atrás, con la paritaria de los docentes trabada por la diferencia entre su ofrecimiento y la apetencia de la dirigencia que representa a los educadores.
Más información sobre la paritaria 2013: INFORME EXPLÍCITO
