Después de dilaciones y rispideces que derivaron en la salida de funcionarios camporistas del área de Derechos Humanos del gobierno de Pérez, finalmente este sábado se hizo entrega del edificio del ex D2, ubicado en Peltier y Belgrano, al Espacio de la Memoria, acto que encabezó el gobernador junto a ex presos políticos de Argentina, Chile, Brasil, Bolivia Perú y Uruguay.
En ese inmueble funcionó un centro clandestino de detención en la última dictadura, y era un sitio de paso obligado para el destino de los detenidos por causas políticas, que allí eran torturados por fuerzas policiales con la complicidad de funcionarios judiciales, eclesiásticos y civiles, según contaron los sobrevivientes durante los juicios de lesa humanidad que se desarrollan en esta Provincia.
Se prevé transformar el edificio e incluir hasta un centro cultural. No obstante, las celdas donde murieron presas y presos políticos durante la última dictadura se mantendrán intactas, sin modificarles nada, a modo de santuario y recordatorio, tal como adelantó Vilma Rúpolo en entrevista con Radio Nacional.