Si hay o no balotaje es la cuestión a saldar con los resultados de las elecciones presidenciales del 25 de octubre. Nadie pone en dudas que el candidato oficialista, Daniel Scioli, será el más votado, pero para llegar a la Presidencia en la primera vuelta no sólo tiene que ganar sino que debe hacerlo con al menos 45% de los votos o bien con más de 40% y una diferencia de más de 10 puntos porcentuales sobre el segundo postulante más votado.
Los resultados de las PASO delinearon el potencial electoral de cada candidato, pero no establecieron una tendencia firme premonitoria de la definición de las elecciones generales del 25. Si las generales calcan los números de la suma de cada frente en las primarias habrá balotaje, pero una mínima deformación de los guarismos alcanzaría para precipitar la definición.
Scioli encabezó las preferencias con el 38,6% de los votos, seguido por Mauricio Macri, con el 30% sumando los votos propios y los del radical Ernesto Sanz y de Elisa Carrió, quienes participaron en la interna de Cambiemos con el líder del Pro. Macri sacó el 80% de los votos de la alianza opositora. En el tercer lugar de las PASO quedó Sergio Massa, quien se impuso en la interna de UNA al cordobés José Manuel De La Sota. Entre ambos, atraparon el 20% de los votos.
Margarita Stolbizer, de la alianza Progresistas, Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, y Adolfo Rodríguez Saá, del peronismo disidente, completaron la nómina de consagrados en las PASO para competir por la Presidencia el 25 de octubre, aunque sus chances de ganar son nulas tomando en cuenta la flaca cosecha de sufragios de cada uno en las primarias del 9 de agosto.
Los resultados de las primarias desairaron los supuestos del escenario ideal de los tres candidatos con más respuesta electoral. Ni le dio a Scioli los votos que le permitieran proyectar un triunfo inevitable en primera vuelta ni le entregó a Macri un porcentaje que en las generales le asegurara entrar al balotaje ni le proporcionó a Massa un caudal para ganar o al menos acercarse al segundo lugar.
No obstante, en los números finales de las PASO los tres postulantes mejor posicionados encontraron argumentos para relanzar sus campañas con renovadas expectativas sobre el desenlace del proceso electoral. Los frentes de Scioli, Macri y Massa acapararon el 90% de los votos en agosto. El 10% restante se atomizó entre los demás participantes, con Stolbizer superando a Del Caño en la captación de sufragios.
Scioli necesita 6,4 puntos porcentuales más que en las PASO para ganar en primera vuelta sin importar cuántos votos saca el segundo. La otra vía para ganar sin balotaje es superar los 40 puntos, para lo cual necesita añadir un punto y medio a su perfomance de agosto; y con medio punto más se alejaría a más de 10 puntos de la suma de Cambiemos en las PASO.
Massa necesita captar todos los votos de su socio De la Sota y sacarle votos a Macri y/o Scioli para tener chances de ser segundo.
A Macri sólo le sirve aumentar la suma de Cambiemos porque de lo contrario sólo tendrá segunda vuelta si Scioli no llega a los 40 puntos.
