La investigación del paradero de Johana Chacón se tramitó en dos expedientes, uno lo lleva el fiscal de Delitos Complejos Santiago Garay, quien desde el principio sostuvo la hipótesis de un homicidio y una línea de investigación en esa dirección. La otra pesquisa se abrió a pedido de las maestras y compañeros de Johana y quedó en manos del fiscal Fernando Alcaraz, quien pidió copia del expediente y dio intervención a la Procuraduría para el Combate de la Trata y Explotación de Personas (Protex).
Este viernes al mediodía la policía detuvo a Mariano Luque, implicado en el supuesto homicidio de Johana Chacón por la hermana de la niña lavallina, Beatriz, con quien Luque mantuvo una relación sentimental. Esta era la pista que abonaba el fiscal Garay desde el principio y que, de probarse los dichos de la hermana de Johana, encausará la resolución del caso.
Gran parte de la comunidad lavallina, con gran impulso de la directora de la escuela Virgen del Rosario, sostuvo que la desaparición de esta chica estaba relacionada con redes de trata, e igual sospecha hacen recaer sobre el caso de Soledad Olivera, ex alumna de la misma escuela que Johana, madre de tres niños, cuyo paradero también se ignora, y por cuyo homicidio fue absuelto el ahora detenido Luque.
Aunque la absolución por homicidio fue repudiada por amplios sectores de la sociedad, el propio abogado querellante, Fernando Peñaloza, admitió antes de la sentencia: “La única prueba que tenemos es que la última persona que estuvo con Soledad es Luque. Las pruebas llegan hasta ahí. Hay que ver qué calificación jurídica se le da a ese hecho, si homicidio o privación ilegítima de la libertad”.