El presidente francés, François Hollande, visita este jueves al líder ruso, Vladímir Putin, para buscar vías de cooperación en la lucha contra el terrorismo más allá de una respuesta a la creciente amenaza del Estado Islámico y con la vista puesta en la necesidad de establecer diálogos entre las naciones que persiguen sus propios intereses.
El mandatario francés llega a Moscú en un momento tenso para las relaciones internacionales. Los atentados en París perpetrados por terroristas del Estado Islámico se produjeron apenas hace dos semanas y esta misma semana Turquía derribó un avión militar ruso afectado a la operación contra el Estado Islámico en Siria en una nueva provocación a Rusia de un país de la OTAN.
En este escenario Hollande tratará de ganarse el apoyo para crear una amplia coalición antiterrorista. Probablemente no sea fácil dado que deberá encontrar un compromiso efectivo para Rusia y EE.UU. que haga posible la realización de la idea.
Por primera vez el jefe del Eliseo señaló la necesidad de crear una amplia coalición contra el terrorismo con la participación de Rusia tras los atentados en París. Además, tras el incidente con el Su-24 ha declarado que su país está dispuesto a dialogar con Rusia si "centra sus esfuerzos en la lucha contra el Estado Islámico".
EE.UU. ha optado por apoyar a Turquía. "Turquía, al igual que cualquier país, tiene derecho a proteger su territorio y su espacio aéreo", ha dicho Barack Obama. Es cierto también que el mandatario estadounidense expresó su escepticismo sobre el compromiso de Rusia en la lucha contra el Estado Islámico durante su viaje a Asia oriental la semana pasada.
"La pregunta en este punto es si [Rusia] puede hacer el ajuste estratégico que le permita ser un socio eficaz para nosotros", declaró el francés.
Actualmente Francia participa en la coalición internacional liderada por EE.UU. y, según varios expertos, el objetivo principal de Hollande será acercar las posiciones de EE.UU. y Rusia en cuanto a la lucha contra el terrorismo en Siria.
Algunos expertos destacan que la probabilidad de creación de esta coalición es muy baja, pero eso no afectaría la posible cooperación entre ambos países.
"Si Rusia y Francia son capaces de colaborar, tal vez, este formato de cooperación bilateral también en el ámbito militar pueda atraer en el futuro a otros miembros de la coalición occidental, como, por ejemplo, Jordania. Lo principal no son precisamente las operaciones conjuntas, sino un sistema eficaz de advertencia que permita evitar sucesos similares al incidente con el Su-24", opina Simon Saradzhyan, investigador del Centro Belfer de Asuntos Científicos e Internacionales de la Universidad de Harvard.
No obstante, independientemente del desarrollo de la situación, al parecer, las tragedias de Moscú y París han provocado cambios en las relaciones bilaterales. París ya no demanda la dimisión de Bashar Al Assad y la tensión en los medios de comunicación franceses ha bajado.
Lo que también conmovió a los franceses fue el gesto de los pilotos de la Fuerza Aérea rusa. Los militares lanzarondesde la base aérea de Jmeimim bombas con un mensaje dirigido a los miembros del Estado Islámico: "Por los nuestros y por París".