El presidente Mauricio Macri hizo una visita relámpago en su primer desembarco como presidente en Mendoza. En poco más de media bajó de un avión en el Aeropuerto de Las Heras, se dirigió a una finca cercana para presidir un acto que demandó 20 minutos para tres discursos (los gobernadores Alfredo Cornejo, de Mendoza, y Sergio Uñac, de San Juan, precedieron a Macri), saludar a un puñado de simpatizantes claramente seleccionado por el protocolo y despedirse para volver a volar.
[iframe_galeria src="https://www.flickr.com/photos/javierpolvani/sets/72157663474738600/player"][/iframe_galeria]"Me voy porque se va el avión del Presidente", se mostró apurado el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, ante los requerimientos de los trabajadores de prensa acreditados una vez que concluyó el acto oficial, que contó con transmisión abierta de la Casa Rosada (los canales podían tomarla libremente). El funcionario nacional fue el acompañante del mandatario que estuvo flanqueado por los gobernadores de Mendoza y San Juan.
También participó en primer plano la bodeguera Susana Balbo, diputada nacional del Pro por Mendoza, y Carlos Tizio, flamante presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, el organismo de policía del vino al que le han sumado funciones de marketing y políticas.
El discurso de Macri demandó unos seis minutos y poco segundos; casi el 20% los dedicó al fútbol y su relación con el diálogo y el narcotráfico.
