River le ganó a Boca en Mendoza con un gol de Rodrigo Mora de penal a los 35 minutos del segundo tiempo. El equipo millonario, que se impuso también en Mar del Plata, se quedó con la copa del verano del Superclásico.
Los primeros 45 minutos mostraron la mejor cara de Boca en lo que va de los amistosos de verano, con nuevo esquema, mayor solidez, más dinámica en la mitad de la cancha, aunque sin demasiado peso en ataque.
El 3-4-1-2 que dispuso Rodolfo Arruabarrena le dio más juego al equipo, ya que tanto Gino Peruzzi por derecha como Frank Fabra (debut del colombiano) por izquierda, los dos laterales, jugaron prácticamente todo el tiempo en campo rival y sirvieron de descarga para los volantes.
Sin embargo, Boca no logró quebrar a la defensa adversaria, porque Nicolás Lodeiro, el encargado de generar fútbol, no estuvo fino con el balón y por ende Carlos Tevez y Andrés Chávez, los dos puntas, no entraron demasiado en juego.
Más allá de eso, Tevez tuvo dos oportunidades; pero primero Marcelo Barovero y luego su falta de puntería le impidieron abrir el marcador.
River, con un 4-4-2 clásico, se vio sorprendido por el esquema del rival y le costó muchísimo acomodarse en la cancha.
Es que la defensa falló más de lo habitual, los mediocampistas quedaron en inferioridad númerica, ni Leonardo Pisculichi ni Ignacio Fernández, los jugadores más claros, manejaron la pelota, y eso derivó en que Rodrigo Mora y Lucas Alario, los delanteros, entraran poco en juego.
Pese a eso, sobre el final de la etapa inicial, 'Nacho' Fernández, en su única aparición, estrelló un cabezazo en en el palo izquierdo.
La perla negativa, dentro de un partido sin fricciones ni faltas violentas, fue el error del árbitro Néstor Pitana, que debió expulsar al colombiano Eder Álvarez Balanta. Después, en el segundo tiempo, acertó al no convalidar un gol de River (adelantado Sebastián Driussi) y no sancionar un supuesto penal de Alexis Rolín sobre Ignacio Fernández (lo cuerpeó bien).
Antes los dos arqueros se habían destacado: Barovero ante Lodeiro (3m.) y Agustín Orión frente a Driussi (4m.). El partido se hizo de ida y vuelta.
Sin embargo lo más claro fue el cambio de piezas que hizo Gallardo: el ingreso de Camilo Mayada sirvió para que Fabra no desbordara por la izquierda y con Driussi ganó en peso ofensivo. Todo esto sumado al repunte de 'Nacho' Fernández.
El mejor juego de River coincidió con la merma física de Boca y Arruabarrena, tras acertar en el comienzo con el planteo, se equivocó al sacar a Fabra (lo reemplazó Nicolás Colazo), el mejor jugador de su equipo.
Casi sobre el final una falta del tucumano Sebastián Palacios (había ingresado por Chávez) dentro del área sobre Gonzalo Martínez. Entonces, Mora cambió la infracción por gol.
De allí hasta el final, River no pasó demasiados sobresaltos, su gente se abrazó a la victoria y le trasladó la preocupación a un Boca que perdió, independientemente de las formaciones, los cuatro últimos encuentros que disputó en el verano.
Fuente: Infonews