Tailandia vive desde hace unos meses una fiebre por unas muñecas con supuestos poderes sobrenaturales y escalofriantemente reales. Su nombre, "luk thep", se traduce literalmente como "ángeles infantiles", y la gente cree que traen buena suerte. Sus dueños las cuidan como si fueran niños de verdad.
Pero los privilegios que les conceden también han generado críticas y hasta advertencias por parte del gobierno.
Después de comprar la muñeca, el dueño la lleva a un monje que celebra unos rezos y una ceremonia de unción conocida como "plook sek". Estas plegarias se llevan a cabo normalmente para bendecir amuletos de la suerte, populares también en Tailandia, donde antiguas creencias mágicas todavía perviven.
En el caso de las "luck thep", se percibe con frecuencia como una forma de dar vida a la muñeca, invitando a un espíritu errante a habitarla y darle un alma. Thai Smile Airways fue noticia esta semana cuando dijo que los pasajeros podían comprar boletos para las muñecas, que podían tener sus propios asientos, aperitivos y bebidas.
Pero las autoridades intervinieron luego. "En base a las reglas internacionales de la aviación, los pasajeros son personas. Así que las aerolíneas no tienen permitido vender billetes para muñecas", dijo un portavoz de la Autoridad de Aviación Civil de Thailandia, en declaraciones a The Bangkok Post. Pero los pasajeros pueden comprar un segundo asiento a su nombre y colocar allí a sus "luk theps", añadió.
Al menos un restaurant en Bangkok ha aprovechado esta tendencia. La cadena Neta Grill dijo que ofrece comidas a las "luk theps" a un precio infantil, y añadió que los restaurantes están "abiertos a todos los devotos". Varios propietarios le dijeron al servicio tailandés de la BBC que su muñeca era algo más que un talismán y que la tratan como si fuera un hijo propio.
"Mi hija quiere una hermana y una amiga. En su escuela, sus amigos también tienen un luk thep…así que mi hija quiere tener una también, como el resto de la gente", dijo un comprador. Algunos propietarios también han comprado accesorios caros y joyas para sus muñecas.
La antropóloga Asama Mungkornchai, de la Universidad Prince of Songkla de Pattani, dijo que las muñecas parecen ser especialmente populares entre las mujeres de clase media, y que podrían "satisfacer su necesidad de ser madres". Pero el hecho de que muchos dicen que la necesitan para tener buena suerte y dinero también subraya "una tendencia por sentirse inseguros entre la clase media tailandesa, sobre todo en cuestiones relacionadas con la economía", añadió.
El lunes pasado, el primer ministro Prayuth Chan-ocha pidió a la gente queno se deje llevar por la moda y no compren las muñecas si no se lo pueden permitir, dijo la cadena Thai PBS.
El precio de una muñeca puede ir de los 1,500 baht (US$42) a las decenas de miles de baht.
La policía también ha expresado su preocupación porque los vendedores de muñecas han estado evadiendo impuestos a la importación, y porque las muñecas podrían utilizarse para traficar con drogas. Esta misma semana, la policía en Chiang Mai interceptó una muñeca cargada con 200 tabletas de la popular droga recreativa "yaba".
Incluso han surgido dudas relacionadas con la religión, sobre si es apropiado realizar rituales budistas con las muñecas.
También se ha criticado a los propietarios por ser supersticiosos. Pero la Oficina Nacional de Budismo le dijo a Thai PBS que el ritual "plook sek" no tiene nada de diferente con respecto a las bendiciones que dan los monjes a otros objetos como los autos, una práctica que está ya ampliamente aceptada. Acharn Winai Thitapanyo, un monje en el temple de Bua Kwan conocido por sus bendiciones a muñecas, le dijo a la BBC: "Como no viola nuestra disciplina, los monjes pueden recitar mantras para complacer a la gente".
Fuente: BBC