Después de los incidentes que coronaron la final del Torneo Vendimia que Godoy Cruz le ganó a Independiente Rivadavia por 1 a 0, se declaró una guerra explícita entre el gobierno y la dirigencia del club del Parque.
El vicepresidente leproso, Leonardo López, quien está a cargo del club en el manejo del fútbol de primera, acusó una operación del Ministerio de Seguridad detrás de los incidentes motivada por una animadversión oficial contra el fútbol mendocino. "Vamos a pedir una sanción dura para el club porque sus dirigentes en lugar de poner paños fríos, calentaron el clima", fue la respuesta de Seguridad en boca de Néstor Majul, funcionario de segunda línea con facultades ampliadas por su relación política con el gobernador Alfredo Cornejo .
[iframe_Ivoox src="http://www.ivoox.com/player_ek_10382350_2_1.html?data=kpWgmpeXeZGhhpywj5WUaZS1kZWah5yncZGhhpywj5WRaZi3jpWah5ynca%2BZpJiSo57XuNDmjLLOzNrQb8bijLLW1tfJb67Zz8nc3MaRaZi3jqrFsrGJh5SZmamwq7mzcYarpJI%3D&"][/iframe_Ivoox]Majul hizo declaraciones en Mitre Mendoza este miércoles en la mañana. En siete minutos encaró en tres instancias distintas el caso de la dirigencia leprosa sin que le preguntaran sobre el tema. Cuando le plantearon la cuestión de los gastos en las reparaciones de los destrozos en el Malvinas, dijo que en Seguridad pensaban sanciones mayores para Independiente que mero pago de la colocación de las butacas lanzadas por los hinchas.
No obstante, Majul juró desconocer los motivos que llevaron a un puñado de hinchas de la tribuna Norte del estadio mundialista a saltar a la platea para romper y lanzar las butacas contra los escudos de la policía.
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La guerra fue declarada desde las dos partes en contiendienda, aunque los motivos que esgrimen unos y otros para justificar lo sucedido es inverosímil.
