El promocionado encuentro de la dirigencia peronista mendocina para barajar y dar de nuevo después del tremendo año electoral que despojó a la fuerza de casi todos los espacios institucionales de poder que ocupó en los ocho años que mandó en la Provincia quedó acotado a una reunión de peronistas azules y allegados al sector que está acéfalo desde la muerte de su fundador y único conductor, Juan Carlos Chueco Mazzón.
El kirchnerismo se corrió de la convocatoria porque pretendía una reunión con característica asamblearias, con militantes y dirigentes de todos los órdenes. La reunión del martes fue convocada por los azules, entre los que se destacan los hermanos Adolfo y Alejandro Bermejo, Jorge Giménez y Patrica Fadel, huérfanos en la política desde la muerte de Mazzón. Las agrupaciones filokirchneristas locales protagonizarán el jueves el lanzamiento de una nueva línea interna: Pernonismo para la Victoria.
Guillermo Carmona, diputado nacional y ex precandidato a la Gobernación derrotado por Adolfo Bermejo en las PASO del Frente para la Victoria, confirmó que el sector afín al gobierno nacional que terminó en diciembre no asistirá al encuentro convocado por los azules en Tunuyán, departamento gobernado por el azul Martín Aveiro con apoyo de la senadora Fadel.
"Es una convocatoria sin contenido, conformada unilateralmente sin consultas con los demás sectores del Frente para la Victoria”, esgrimió Carmona, citado por Sitio Andino, al tiempo que confirmó el faltazo del kirchnerismo en pleno a la reunión de Tunuyán.
Las fisuras entre el kirchnerismo y el denominado pejostismo sustentado en el poder de los intendentes son inocultables, más allá de las relaciones particulares que pueden existir entre dirigentes. Por ejemplo, el kirchnerismo a coro trató de traidor al diputado nacional y ex intendente de Las Heras, Rubén Miranda, por sumarse al bloque disidente que encabeza el ex kirchnerista Diego Bossio y fue conformado con el fin principal de darle el quórum que el kircnerismo le negaba al presidente Mauricio Macri. Ningún intendente del peronismo mendocino asumió una postura similar.
El denominado pejotismo quedó deprimido por la reducción de 12 a 6 comunas bajo su administración no son las únicas posibles en el partido que acaba de dejar la gobernación de la Provincia para asumir el rol de oposición. Ni el kirchnerismo ni el pejotismo son grupos amalgamados, sino que en cada uno se anidan contradicciones. Las del kirchnerismo se resuelven cuando interviene Cristina Fernández. La resulución de las peleas internas del pejotismo son más complejas y todavía más desde la muerte de Mazzón, que mientras vivió se guardó siempre la última palabra sobre lo que debía el PJ de Mendoza.
Dentro del grupo clasificado a los fines de la explicación como pejotismo conviven los azules con los hermanos Emir y Omar Félix, dueños electorales de San Rafael, y lo que quedó de La Corriente, línea interna comandada por Carlos Ciurca que fue aniquilada en las urnas con una histórica derrota en Las Heras, su principal bastión, con Ciurca como candidato. Por ahora, en este frente no habrá rupturas, pero cuando se empiecen a definir los liderazgos de cara a las elecciones de mitad de mandato del radical Alfredo Cornejo se expondrá un contradicción que ya existe pero está aplacada: Maipú contra San Martín.
Si bien el intendente de San Martín, Jorge Giménez, se muestra ante la opinión pública sin más apetito que el de sostener su trajinada gestión departamental que va por el cuarto mandato, uno de los principales operadores del jefe comunal le dijo a este portal que "en 2017 le toca a San Martín y sino habrá pelea".
En limpio: Adolfo Bermejo, azul de Maipú, fue candidato a la gobernación el año pasado en el final de su mandato como senador nacional conquistado en la derrota del peronismo mendocino en 2009. La dirigencia azul de San Martín reclama por lo bajo -por ahora- que en la próxima cita electoral uno de los suyos sea protagonista principal de la campaña. Las aspiraciones de los azules de San Martín chocan contra las intenciones del intendente Maipú, Alejandro Bermejo, quien ya se lanzó como candidato a la Gobernación para 2019.