Tras el fracaso de la gestión en la paritaria de Educación, el gobierno de Alfredo Cornejo apuesta a debilitar las medidas de fuerza que tomen los docentes levantando el tono de las amenazas por descuentos y la desacreditación de los referentes sindicales del SUTE. El inicio de clases está previsto para lunes próximo, 29 de febrero. El gremio definirá la modalidad de protesta, que se espera sea un paro.
"La ley obliga a descontar los días no trabajados. No se paga porque no hay contraprestación", dijo Jaime Correas, director general de Escuelas, por Mitre Mendoza este martes, a primera hora, para empezar a marcar la cancha mediática en la negociación que terminó en conflicto con los docentes.
El jefe de la cartera educativa de Cornejo centró su estrategia mediática pos fracaso de la paritaria en la descalificación de los delegados del sindicato como intérpretes de los intereses de los representados. El funcionario puso en dudas la buena fe de los dirigentes sindicales en la negociación y acusó que trabajan en defensa de sus intereses y no en los del colectivo de docentes.
Para el SUTE, el gobierno actuó todo el tiempo de mala fe aparentando querer un acuerdo mientras en la práctica dejaba pasar el tiempo para poder concretar el aumento salarial por decreto, según sus términos, sin tener que acordar en la mesa paritaria. El gobernador tiene listo el decreto para gambetear a la paritaria, resta que lo anuncie a menos que alguna variable provoque un cambio de planes.
Correas llamó a los docentes a desobedecer las decisiones de los plenarios del SUTE después de pedirles que se informen por otras vías distintas a la de los representantes gremiales sobre la política oficial hacia el salario docente.
Liliana Chavez, secretaria gremial del sindicato docente, anticipó por la misma emisora que en un plenario provincial de delegados del SUTE se resolverá qué medidas se llevan adelante para intentar torcer la política salarial de Cornejo para el sector.
La negociación derivó en conflicto por el ítem aula, un artilugio del gobierno para fraccionar la paritaria con dos efectos pretendidos en la discusión: que el porcentaje que aparezca como aumento para la actividad sea superior al que invierta la provincia en saldar el total del aumento y que se dividan los docentes entre los que aceptan y los que no que una parte de la negociación salarial se haga sobre un ítem particular y no universal en lugar de que se discuta el aumento al básico.
El SUTE tiene la estructura institucional más federal y democrática de todas las del sindicalismo provincial, con secretariados generales autónomos en cada departamento y asambleas en cada escuela como condición previa para aceptar cualquier propuesta paritaria. El rechazo a la oferta de Cornejo fue unánime en los plenarios departamentales celebrados la semana pasada, ni la corriente radical de la dirigencia opositora del SUTE avaló el plan oficial.
El secretario general del gremio, Adrián Mateluna, no tiene posibilidades de imponer una decisión unilateral como sucede en la gran parte de los gremios. Los plenarios y asambleas definen la política a seguir, a veces a favor de los intereses de la conducción, pero muchas otras veces no, si se repasa la experiencia de los últimos 10 años.