Por Javier Polvani
@javierpolvani
Dos movilizaciones de organizaciones sindicales y agrupaciones de izquierda se produjeron este miércoles en Mendoza en congruencia con la jornada nacional de paro y movilización convocada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) nacional contra el ajuste y los despidos, además del rechazo al protocolo para reprimir protestas. El viceministro de Seguridad de Mendoza, Néstor Majul, consideró "exitosa" la aplicación de dicho protocolo, aunque en la práctica no existió tal cosa.
El gobierno de Alfredo Cornejo toleró los cortes de calles hasta que la protesta estaba llegando al final en los tiempos programados por los organizadores. Una fiscal estuvo en el teatro de operaciones y evaluó que los manifestantes "cometieron delito" al interrumpir el tránsito, pero no ordenó la represión. Según anunció en la previa el propio Majul, los manifestantes serían corridos de las calles a los cinco minutos de iniciada una protesta, cosa que no ocurrió este miércoles.
Una de las protestas reunió a ATE y las entidades gremiales afines, mientras que la otra fue mayoritariamente integrada por militantes del SUTE. Los estatales y los maestros están al frente de las dos CTA que conviven en la provincia. Ambos tuvieron acompañamiento de partidos políticos y organizaciones gremiales. En la Legislatura, diputados y senadores de la oposición recibieron un documento de los manifestantes de la CTA del SUTE, que terminaron su marcha en la Casa de las Leyes.
El gobierno de Cornejo dejó hacer a los manifestantes hasta un rato antes del final programado de la protesta que tuvo en su columna central a ATE con el acompañamiento de la izquierda y otro gremios, como el de Prensa, frente al palacio gubernamental. Cuando faltaba poco para el final del acto frente a la Casa de Gobierno, adonde desembocó la marcha que tuvo inicio en el Kilómetro 0, una mediadora del Ministerio de Seguridad salió a advertir a los manifestantes que debían desalojar la calle Peltier, cortada por la cantidad de concurrentes a la protesta, sino querían ser desalojados por la Policía.
En la Casa de Gobierno estuvo la fiscal Daniela Chaler, quien le dijo a este medio que llegó al teatro de operaciones "para constatar si había comisión de delitos por parte de los manifestantes". Si bien la mayoría de las fuentes gubernamentales a las que tuvo acceso este portal descartaron que la funcionaria judicial y los de la administración de Cornejo planificaran acciones conjuntas, la mediadora del Ministerio de Seguridad, Elizabeth Ormezzano, le dijo a Explícito que su misión se resolvió en forma conjunta por la fiscal y Majul, y el subsecretario de Justicia, Marcelo D'Agostino.
No hubo represión, pero quedó la idea en el ambiente de que la fiscal Chaler podría avanzar en la imputación de algunos dirigentes por el delito de interrupción de la libre circulación. Dos fuentes cercanas a Cornejo, advirtieron a este medio que la fiscal dijo ante ellos que imputaría a los sindicalistas. Chaler dijo a Explícito que "se cometió un delito" y enfatizó que "no es necesario que se cometan desmanes para configurar un delito, el corte de calle en sí mismo lo es".
[iframe_galeria src="https://www.flickr.com/photos/javierpolvani/sets/72157664897519001/player"][/iframe_galeria]Los funcionario Majul y D'Agostino dieron argumentos a favor de la imputación de la dirigencia de ATE fundamentalmente. Cuando se había terminado el acto de protesta, denunciaron ante las cámaras de la televisión y muchos teléfonos y grabadores en manos de periodistas que "al principio habían dejado (los manifestantes) un espacio en la calle para circular, pero después los dirigentes instaron a cortar el tránsito".
Majul celebró el "éxito" de la aplicación del protocolo después de describir unos hechos que no fueron los que ocurrieron en la realidad, el miércoles en la mañana. Según el funcionario, las protestas sólo interrumpieron el tránsito en la calle Peltier y la efectividad del accionar gubernamental impidió que se prolongara la situación. Nada que ver con lo que ocurrió.
Desde las 9, estuvo cortado el Kilómetro 0 de Mendoza hasta pasadas las 10 mientras llegaban los participantes. Durante ese lapso, la Policía de Mendoza y los zorros verdes de la Capital mantuvieron cortado el tránsito de las calles circundantes sin intervenir contra los manifestantes. Una vez que comenzó a caminar la manifestación, con las calles cortadas a su paso, otro grupo llegaba al centro proveniente del Casino de Mendoza, en la Calle San Martín, de Godoy Cruz. El tránsito estuvo cortado toda la mañana del miércoles en buena parte del microcentro, a pesar del relato contradictorio del viceministro de Seguridad de Cornejo.
Luego, al mediodía en las afueras de la Casa de Gobierno confluyó la marcha de ATE. Los manifestantes se ubicaron sobre calle Peltier de frente a la Casa de Gobierno, que lucía con vallas de contención en la puerta con custodia policial aumentada respecto a los días sin protestas. El acto sindical se extendió durante una hora por lo menos. Recién al final, Majul y D'Agostino mandaron a la mediadora y después atribuyó la desconcentración a esa acción del gobierno cuando en realidad los participantes se retiraron cuando se agotó la lista de oradores y terminó el acto.
