Un preso consiguió abrir un agujero en la pared de su celda para huir de la cárcel. Pero, el agujero era demasiado pequeño y se quedó atrapado en la pared.
El hombre hizo el agujero con el metal del teléfono de la ducha, pero no acertó con la medida de uno de los cuatro compinches que se iban a fugar, según informó el diario regional 'Jornal Populacional'. Sólo uno consiguió huir, saltando un muro de cinco metros de altura, la alambrada y la cerca eléctrica.
El segundo se quedó a medias y la policía encontró la esperpéntica escena de un tipo atrapado con la mitad del cuerpo dentro de la cárcel y la otra mitad fuera.
Para sacarlo de ahí, la Policía Federal tuvo que agrandar el agujero con una taladradora. Según un policía entrevistado por la cadena Globo, el recluso que quedó atrapado era más grande y fuerte que el resto, pero gritó y gritó con dolores y arañazos al no poder moverse de la pared.
La frustrada fuga tuvo lugar en Ceres, en el interior de la brasileña provincia de Goiás, a última hora de la noche del lunes.