Cristina Fernández continuó este miércoles con su agenda en la Ciudad de Buenos Aires: encabezó un encuentro con más de 600 dirigentes de las organizaciones sociales y políticas que integran el kirchnerismo. El acto tuvo características fundacionales para la institucionalización del Frente Ciudadano que propuso construir durante el discurso entregado ante decenas de miles de simpatizantes el día que la citó a indagatoria el juez Claudio Bonadío.
Ese evento la devolvió al centro de la escena, del que estaba corrida desde que dejó la Presidencia, el 9 de diciembre con un multitudinario acto en la Plaza de Mayo. Contó que el jueves tiene previsto el regreso a Santa Cruz. "Si Dios, el juez Bonadío y el Gobierno me lo permiten", provocó con la vinculación directa entre el accionar del magistrado que la llevó a una indagatoria por la venta de dólares a futuro y los intereses de la administración macrista.
En el audorio del ND Ateneo, la ex mandataria juntó a unos 600 dirigentes ante los que se explayó sobre las bases del Frente Ciudadano que se propone construir. Sostuvo que el movimiento debe ser "amplio, pluralista, convocando incluso a quienes nos enfrentamos en las elecciones para preguntarles en qué situación se encuentran ahora, si están mejor o peor que antes".
Cristina advirtió que el desafío es "persuadir, hablar, convencer... Bajar a la realidad de la gente, organizarse junto a los que más necesitan, en los barrios, en las fábricas, cuando lleguen las tarifas de luz". En un teatro colmado por integrantes de -entre una multitud de organizacines- La Cámpora, Nuevo Encuentro, Miles, Movimiento Evita, JP Evita, Unidos y Organizados, la ex presidenta afirmó que "la primera regla de ese Frente Ciudadano es no creerse la columna vertebral de nada. Hay que tener cabeza, corazón, brazos y piernas, porque sólo con la columna vertebral no vas a ningún lado".
Agregó: "Los peronistas no somos los únicos que hemos contribuido a la creación de este proyecto, no somos el ombligo del mundo. Hay que debatir, pero también pasar a la acción".
Tras repasar las medidas implementadas por su gestión, analizó que "los movimientos nacionales y populares han sufrido un retroceso en la región" y citó los casos de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, al borde del juicio político, y la derrota de Evo Morales en el plebiscito para quedar habilitado a un nuevo mandato. "Ya no hay (contra esos líderes) alzamientos militares, sino alzamientos judiciales y mediáticos orquestados en toda la región desde una matriz externa", consideró.
En esa misma línea, Cristina llamó a "organizarse en la unidad y deponer los enfrentamientos", en un mensaje a los dirigentes peronistas que "fueron votados para defender los derechos de quienes los eligieron. Hoy quiero convocarlos a integrar el Frente Ciudadano. Ser ciudadano significa tener acceso al trabajo, a la salud y a la educación".
Según la ex presidenta, el frente que propone "es una forma distinta de organizarse" y que éste debe contener como consignas centrales la "igualdad de oportunidades junto a la libertad para elegir lo que uno quiere ser".
Sostuvo que le preocupa "la denostación de la política y de la militancia, algo que no podemos permitir".
La escuchaban el ex ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el filósofo Ricardo Forster; el dirigente de Nuevo Encuentro y ex titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, entre los cientos de concurrentes.
También se encontraban el ex director de la AFI, Oscar Parrilli y el diputado nacional Andrés "Cuervo" Larroque, junto al dirigente de Miles, Luis D'Elía y Emilio Pérsico, del Movimiento Evita. Cristina inició su disertación sentada a una mesa en el centro del escenario, teniendo a su espalda una pantalla donde previamente se vieron imágenes de Néstor Kirchner y de los actos que encabezó cuando ella era presidenta.
El viaje a Santa Cruz está programado para el jueves en la noche. Antes, a las 17, tiene agendado un encuentro con científicos en el Instituto Patria para exponerles su propuesta, como lo hizo ante intendentes bonaerenses del Frente para la Victoria y junto a intelectuales y artistas en sesiones separadas.
Fuente: Télam