[youtube]nGAEEgo-5ew[/youtube]
El ministro de Seguridad, Gianni Venier, consideró que la vigilia sindical a la espera del discurso del gobernador Alfredo Cornejo ante la Asamblea Legislativa el primero de mayo debería "ser impedida por la Justicia" porque "viola el Código Penal, que prohíbe cortar las calles".
La fiscal de Capital, María Mercedes Moya, se hizo cargo de la situación. En principio, se hizo presente en la protesta para advertir que el corte de calle habilitaría su intervención contra la manifestación. Los gremios han garantizado que quede media calzada liberada, con cortes totales sólo en lapsos cortos, desde que se instalaron a esperar la llegada del mandatario provincial el domingo a la mañana para dar estrenarse al frente de la Asamblea Legislativa en el acto oficial de apertura de sesiones ordinarias.
En diálogo con este medio el sábado al mediodía, Venier advirtió que las fuerzas de seguridad están listas para "actuar de inmediato si la fiscal en turno solicita el desalojo". El ministro dijo que el Gobierno no hizo denuncia judicial contra el acampe de los trabajadores. Agregó que la Municipalidad de la Capital abrió una causa contra los gremios por el uso de la vereda.
El funcionario aseguró que el operativo "no es tan fuerte" y está destinado "al vallado que se hace todos los años", mientras que justificó los movimientos de los agentes de seguridad en "fuertes denuncias de que iban a hacer un acampe en toda la Legislatura".
El acampe se desplegó en dos partes: en la Plaza Independencia están los afiliados al SUTE y al SADOP junto a otros gremios de la intersincial, mientras en la vereda de la Peatonal se desplegaron carpas de ATE. Esta ala de la protesta bloqueó el uso del mástil de la bandera de Peatonal y Patricias Mendocinas, en el que se iza la insignia a la llegada del Gobernador al frente de la Legislatura.
Una autoridad legislativa con poder de mando, que concedió una entrevista en explícito off the récord, aseguró que se forzará el desalojo sin orden judicial. Con resignación, dijo que si no se puede izar la bandera en el mástil de costumbre, se izará en el interior del Palacio Legislativo, que ha sido pintado para la ocasión.
El operativo de seguridad, con dos centenares de policías afectados, según los anuncios oficiales, tenía la orden de impedir el acampe de los gremios en los alrededores de la Legislatura con el objetivo de arrear a los trabajadores en protesta hasta la Plaza Independencia.
Por más que se montó desde el viernes en las primeras horas de la mañana con un despliegue pocas veces visto de efectivos, móviles y logística policial, el operativo fue incapaz de cumplir lo que pretendía el jefe del Gobierno: que el perímetro del Palacio Legislativo quedara despejado de manifestantes en su contra, de modo de poder cumplir con el procedimiento habitual del mandatario en turno cada primero de mayo.
La Legislatura fue aislada con un cerco que impide el paso por la Peatonal entre España y Patricias Mendocinas. Policías con la cara cubierta le explicaban a los peatones que no podían ir por la Peatonal, mientras los comerciante del radio aislado aprendían arameo en tiempo acelerado para insultar a los cuatro vientos, como los jubilados que no podían llegar a la farmacia porque una mujer policía les decía: "Vuelva el lunes".
El viernes desde temprano la policía interrumpió también el tránsito de vehículos por Patricias Mendocinas desde la intersección con Espejo. Fue para impedir que una caravana que llegó al mediodía ingresara hasta el frente del Palacio Legislativo. Una vez que se estacionaron los autos y los manifestantes se concentraron en la Peatonal y la Plaza Independencia, la policía levantó el corte de la calle Patricias Mendocinas con los manifestantes sobre ella.