El máximo tribunal de Brasil suspendió el mandato del presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, impulsor del impeachment contra Dilma Rousseff, por obstruir las investigaciones que lo involucran en el escándalo de corrupción de Petrobras. La medida cautelar había sido solicitada por la Fiscalía del caso que investiga el pago de coimas en la petrolera estatal, que acusó al legislador ahora desplazado de haber usado su cargo "en interés propio e ilícito para evitar que las investigaciones en su contra lleguen a buen término".
"No existe la menor duda de que el investigado no posee condiciones personales mínimas para ejercer, en este momento, en su plenitud, las responsabilidades del cargo de presidente de la Cámara de Diputados", señala el fallo del juez Teori Zavascki.
La decisión compromete tanto a su mandato como diputado como su cargo de presidente de la cámara, pero no le quita los fueros que le permiten ser juzgado sólo por el máximo tribunal de justicia.
Cunha, de 57 años, es el segundo en la sucesión presidencial de Brasil y, si Rousseff fuera suspendida por el Senado para iniciar su juicio político el 11 de mayo, quedará en primer lugar detrás del vicepresidente Michel Temer, quien reemplazaría a la mandataria durante el proceso.
La fiscalía detalló 11 acciones en las que Cunha, un legislador ultraconservador y dueño de 150 dominios de internet con la palabra "Jesús", actuó en forma ilícita.
"Ya no está en funciones", informó la asesoría de prensa de la Cámara de Diputados.