El mandatario se esperaba la decisión que acaba de anunciar la empresa brasileña de no reactivar la mina de Malargüe. No obstante, la oficialización generó nerviosas reacciones políticas y, sobre todo, empresariales.
Tras el anuncio de la minera Vale respecto a la continuidad del parate de Potasio Río Colorado, las autoridades partidarias, legislativas y los diputados y senadores del Sur por la UCR informaron que le pedirán una reunión urgente al gobernador Francisco Pérez, quien en la tarde del lunes se encontraba en Buenos Aires en búsqueda de alternativas en el ministerio de Julio De Vido.
Antes de que los radicales redactaran su pedido de reunión y con el anuncio de Vale recién enviado desde de la fortaleza de la compañía en Brasil a la Casa Rosada. El escueto comunicado de la empresa no dio más razones que la incompatibilidad de las condiciones coyunturales con los trazos que guiaban el proyecto para mantener la suspensión de operaciones en la cuenca del río Colorado hasta que consiga un cambio de esas condiciones.
Pérez se veía venir la reacción de la minera porque conocía de primera mano que el Ejecutivo nacional había rechazado el pedido de aplazamiento en el pago del IVA por un par de años y una compensación por los efectos sobre la inversión de la brecha entre el dólar oficial y el marginal y la inflación. Pero la oficialización por parte de Vale activó una reacción mediática intempestiva no sólo del radicalismo, también, fundamentalmente, de los empresarios locales que estaban haciendo negocios en la mina de los brasileños.
Los radicales resaltaron que "cuando se habla de Potasio Río Colorado no sólo se hace referencia a un proyecto que quedaría trunco, sino que también dejaría en la calle a más de 4.000 trabajadores, de los cuales más del 70% son mendocinos, y deudas millonarias con los proveedores que le suministraron servicios y productos para que se desarrollara la primera parte del emprendimiento, vinculado a la obra civil. La gran mayoría son pequeños y medianos empresarios que han hipotecado su futuro en función de este emprendimiento que ahora queda trunco”.
La reacción de la UCR contempló una fuerte crítica a la relación de Pérez con el gobierno de Cristina Fernández. “Cada vez que el gobernador ha viajado en el último tiempo a Buenos Aires ha vuelto con anuncios de negociaciones entre ambos países que alentaba otro panorama e, incluso, con expectativas de nuevos inversionistas. Es más, consideramos que es tan grande la sumisión del gobernador Pérez a la Nación que hoy está siendo un mero espectador de las negociaciones por la situación de la minera", endilgaron.
La carta de los radicales a Pérez está firmada por Alfredo Cornejo, presidente del Comité Provincia, y los titulares de los bloques de Senadores y Diputados, Armando Camerucci y Néstor Parés, respectivamente, a quienes se le suman los legisladores Alejandro Limas (Presidente Comisión de Economía, Minería, Energía e Hidrocarburos), Humberto Montenegro (Integrante de la Comisión de Seguimiento de Vale) y Néstor Guizzardi.
