Por otra parte, la jefa de Estado agradeció la postura “monolítica” de la oposición que respaldó el reclamo del Estado argentino para que el Reino Unido se siente a la mesa de diálogo para dirimir la disputa por la soberanía.
Cristina Fernández de Kirchner calificó el referendo de Malvinas como una “suerte de parodia”, al tiempo que analizó que la consulta realizada entre los habitantes británicos de las Islas “es como si un grupo de okupas decidiera si sigue ocupando un edificio”.
Por otra parte, la jefa de Estado agradeció la postura “monolítica” de la oposición que respaldó el reclamo del Estado argentino para que el Reino Unido se siente a la mesa de diálogo para dirimir la disputa por la soberanía.
También resaltó la postura manifestada por Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado, al sostener que "uno también puede ver la justicia de los reclamos a través de la posición de los que ´no son´".
En ese marco, agregó que "las Malvinas no son cristinistas ni kirchneristas, son argentinas", y agregó que "reafirmamos una vez más nuestra vocación al diálogo que es el único camino para lograr una solución".
La Presidenta pronunció estos conceptos al hablar en Casa de Gobierno, al presentar el plan "Argentina Innovadora 2020".
En ese marco, y antes de citar artículos periodísticos, expresó que "ya se sabe cuál ha sido la postura históricamente de la Argentina fundamentalmente durante nuestro gobierno en considerar Malvinas como una cuestión de Estado y reclamar el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas en cuanto a la necesidad de diálogo".
En esa línea, afirmó que "podemos mencionar la posición de Estados Unidos, el principal aliado de Inglaterra a nivel global y hoy el Departamento de Estado ha dicho reconocemos que hay un conflicto de soberanía entre Argentina y Gran Bretaña".
"Los Estados Unidos continúan reconociendo la administración de facto de las islas pero no toma posición en relación a la soberanía reclamada por ambos países". dijo al citar la postura oficial de Estados Unidos.
"Solicitamos -prosiguió la jefa de Estado- al Reino unido y Argentina cooperar en hechos prácticos y urgimos a una resolución pacífica al conflicto, creemos importante que ambas partes sean constructivas en sus posiciones y faciliten su resolución".
Por eso, expresó, "esto lo está diciendo el principal aliado del Reino Unido, lo que implica una postura muy importante porque es lo que estamos reclamando, precisamente resolución y en el marco de Naciones Unidas".
"Reconocemos -continuó la lectura- que hay reclamos de soberanía, nuestra posición formal no ha cambiado, reconocemos la administración de facto del Reino Unido, pero no nos posicionamos sobre los reclamos de soberanía, reiteró al respecto".
Añadió que la Cancillería británica admitió que el referendo no cambia nada en lo legal; y recordó que el responsable de la canciller británica para Asuntos de América Latina, Hugo Swire, admitió que el referendo no cambia nada desde el punto de vista legal".
También citó "un importante artículo que apareció el sábado 9 de marzo en The Guardian, uno de los principales diarios ingleses, escrito por Richard Nortoy Tayor, en el que dijo que nunca antes en la historia británica ha sido tan previsible el resultado de un referendo ni tan provocativo su propósito".
Al respecto, expresó la jefa de Estado: "Quiero agradecer por eso las palabras que tuvo el senador (Rubén) Giustiniani del partido Socialista que manifestó que `esto más que un referéndum era una verdadera provocación`, y coincide con lo que dice Richard Norton Taylor".
También haciendo eje en el artículo del diario británico, destacó un párrafo en que expresó que "la disputa sobre soberanía existe desde hace siglos y Gran Bretaña nunca ha tenido mucha confianza en su reclamo. En 1929 el duque de Wellington observó: he revisado todos los papeles relativos a las Malvinas, de ninguna manera encuentro claro que alguna vez hayamos sido titulares de la soberanía de dichas Islas".
"Gran Bretaña -prosiguió Cristina- estaba incluso dispuesta a llegar a un acuerdo con la junta militar de (Leopoldo) Galtieri durante los años anteriores a la invasión de las islas del año 1982, nos informan".
"Para esto se basa -aclaró la Presidenta- en los documentos que se hicieron públicos luego de cumplir los 30 años de guerra, y allí demostraron que la política era negligente y consistía en esperar lo mejor, como dijo Lord Carrington, el secretario de Relaciones exteriores de Margaret Thatcher, en una reunión privada para analizar las circunstancias que llevaron a la invasión".
"Textual -citó Cristina al periodista-, si tengo que ser casi grosero, había que mantener la pelota con los argentinos, ese era el objetivo, no teníamos ninguna carta en la mano".
También subrayó que el mismo periódico inglés expresa que "como han dejado en claro todos los países de la región, a través de la Unasur, el próximo referendo no tiene significado alguno".
Por otra parte, cuestionó la postura del diario Clarín, que tituló "Duro mensaje del gobierno de Malvinas a Cristina Kirchner", afirmación que desechó Cristina al expresar que "las Malvinas no son cristinistas ni kirchneristas", sino "argentinas".
"Llama la atención -analizó- que un gobierno haya querido negociar con dictadores genocidas, llama tanto la atención como el apoyo que (Leopoldo) Galtieri recibió de periódicos como La Nación y Clarín".
Agregó que este hecho de "mostrar un problema de Cristina y las Malvinas y no de los argentinos raya con el ridículo y con el absurdo".
"Ni siquiera con ser antinacional; hay un límite máximo entre el ridículo y la crítica, yo creo que esto no es crítico, esto es ridículo", consideró Cristina.
Fuente: Télam