Por Javier Polvani
@JavierPolvani
El Partido de los Trabajadores Socialistas llamó a un paro activo y a la organización de un gran acto nacional de los trabajadores contra la política del gobierno de Mauricio Macri durante el desarrollo del XV Congreso de la fuerza política integrada al Frente de Izquierda y los Trabajadores que tuvo lugar el último fin de semana en la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, coincidieron los congresales en la necesidad de fortalecer La Izquierda Diario, el canal de comunicación del espacio, para darle pelea a los medios hegemónicos en la imposición de la agenda pública.
El llamado a la resistencia contra el neoliberalismo interpretado por Macri y los CEOs que anidaron en el gobierno de la alianza Cambiemos se produjo al final de un pormenorizado análisis de la actualidad política internacional, continental y nacional y las proyecciones presuntas. También fue contemplado el efecto de la crisis del peronismo en general y la implosión del kirchnerismo en particular en los sectores populares y de jóvenes que eran representados por esos espacios en los últimos años.
Explícito entrevistó al diputado provincial Lautaro Jiménez sobre la temática del Congreso y las expectativas que allí se trazaron para la izquierda en el país. "Fue sorprendente la cantidad de jóvenes dirigentes que tuvieron incursión en el kirchnerismo que están trabajando en el PTS", contó el legislador entre las impresiones que le quedaron de las jornadas de debate y propuestas desarrolladas en la Ciudad de Buenos Aires.
En el Congreso de la fuerza trotskista participaron dirigentes locales del PTS junto a invitados de diversos países del mundo que aportaron sus experiencias personales al análisis local.
El panorama internacional
"El primer punto de debate fue la situación internacional. Lo más novedoso es que la situaciones que antes veíamos en países como Argentina en 2001 y 2002, donde la clase dominante se dividía se le abrían brechas importantes en sus proyectos económicos y eso abría violentas pujas con la irrupción del movimiento de masas, como vimos en Ecuador, en Venezuela, en la propia Argentina, en Bolivia... en las distintas jornadas revolucionarias que se dieron a fines de los '90 y principios de los 2000, lo que estamos viendo es que ese tipo de situaciones comienzan a trasladarse a países centrales del mundo", comentó Jiménez.
En esa línea ubicó "lo que está sucediendo con la polarización política en Estados Unidos entre Donald Trump y Berni Sanders, por izquierda. El mismo fenómeno de Inglaterra alrededor del Brexit con un resultado completamente inesperado y la emergencia de una nueva derecha alrededor del UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido), mientras que por izquierda emerge a figura de Jeremy Corbyn. Bueno, con un impacto más directo de lucha de clases en Francia con paro general y enormes movimiento de la juventud Noches de pié que han marcado una situación que no se veía en Francia desde los albores de 1968, con huelgas generales, paros de los petroleros, ferroviarios. Es decir, ya no estamos hablando de países periféricos, de países en los que el liberalismo demostraba su fracaso en su promesa de un desarrollo indefinido".
-¿Qué análisis hacen en comparación de estas crisis en los países centrales con la crisis de Grecia, que está en la periferia pero es parte de la Unión Europea?
-Desde un punto está por verse. Grecia tenía una situación económica mucho más complicada de la que se puede ver hoy en Estados Unidos, en Inglaterra y demás. Lo que se demuestra con esto es que Grecia no era un lugar, como decía (Ángela) Merkel (canciller alemana), en donde la cosas se habían hecho mal y demás mostrándolo como un relato aislado, sino que efectivamente hay una crisis capitalista que arrancó en 2008 y que, si bien nunca tomó la forma que tuvo la crisis del '30 con una gran depresión de la economía mundial, tomó la forma de gran recesión demuestra que su dimensión está siendo profundamente destructiva y que tiene un alcance histórico del que se va a hablar por décadas. Si bien los principales teóricos económicos pensaban que la división de tareas con China produciendo como una locomotora de la economía mundial y recuperando el consumo norteamericano como instancia de gran demanda está fracasando y genera muchísima mayores tensiones geopolíticas en este caso con la propia Unión Europea, donde el principal aliado de Estados Unidos (Gran Bretaña) en esta asociación se retira de la misma con una crisis de los partidos tradicionales enorme. En el Congreso se hizo el análisis, pero también se concluyó que esto le abre enormes posibilidades para la izquierda para ligarse a las nuevas generaciones, ligarse a la juventud que desde 2008 viene protagonizando fenómenos enormes.
La contraofensiva mediática
"Con la ligazón de la izquierda a lo más moderno de la tecnología están surgiendo grandes voceros del trotskismo a nivel internacional. Participaron en el Congreso compañeros de portales y revistas de Estados Unidos y Francia, entre otros países, que están captando decenas de miles de seguidores en pocos meses de existencia. Se está creando una red internacional de noticias, que en Argentina es conocida como La Izquieda Diario, que ya está funcionando simultáneamente en cinco idiomas y en 12 países", explicó Jiménez.
-Christian Castillo (referente nacional del PTS y conductor de La Izquierda Diario TV, junto a Nicolás del Caño) enfatizó sobre una de las conclusiones del Congreso, que es salir a buscar miles de corresponsales de La Izquierda Diario en todo el país para disputarle la agenda pública a los medios del capitalismo.
-Si, totalmente. El marco fue este fenómeno internacional adonde se está dando lo de La Izquierda Diario pero no es el único medio. Nosotros ya habíamos visto ejemplos en Estados Unidos, donde grupos pequeños generaron un movimiento enorme que expresa esa avidez de la juventud que ve fracasada sus expectativas de poder tener una vida mejor de la que tuvieron sus padres, que les depara una precarización laboral crónica con represiones brutales en todos los países, que incluso se desilusiona de experiencias de izquierda que resultan engañosas, como la que vos hacías referencia recién de Grecia, donde suben con un discurso de que se va a rechazar el mandato de ajuste de la Unión Europea y luego aplican un ajuste igual que el que estaba aplicando el régimen al que derrotaron. Eso genera una avidez en la juventud, una efervescencia por conocer y discutir las ideas revolucionarias. Nosotros estamos desarrollando herramientas y un proceso de efervescencia ideológica que creemos que puede actualizar el pensamiento del trotskismo y ligarlo a las nuevas generaciones en distintos continentes y países. Por eso se va a hacer una conferencia internacional en Buenos Aires con compañeros de Alemania, Francia, España, Italia, Estados Unidos, Australia y la mayoría de los países de Latinoamérica.
La situación de Latinoamérica
-¿Cómo se traduce en Latinoamérica la situación que analizaron en los países centrales?
-Estamos viendo que en Latinoamérica hay un marcado giro a la derecha en el mapa político por la combinación de un agotamiento político con una fuerte crisis económica en lo que son los precios de las materias primas que habían sostenido a los gobiernos progresistas que siguieron a las crisis de fines de los '90. Lo que vemos, por ejemplo, en la situación más cruda de Venezuela o la misma caída de Dilma (Rousseff) en Brasil es que gobernar sostenido en base a una estructura heredada de un capitalismo atrasado y tratar de administrar esas rentas, por ejemplo la redistribución que se hizo en Venezuela del petróleo sin atacar la matriz productiva que genere las condiciones de una independencia nacional verdadera, una mínima industrialización que le permita autoabastecerse de alimentos, por ejemplo, lleva a una situación de bancarrota política y económica enorme.
-En Argentina pasó algo similar con la soja y la minería: el kirchnerismo aplicó un modelo de redistribución de las ganancias extraordinarias sin modificar la matriz productiva.
-Exactamente. Estamos hablando de gobiernos capitalistas que lo que discutían a lo sumo era el reparto de la renta extraordinaria. En el caso de la soja fue muy popular y conocido y va a quedar en la memoria por un tiempo la disputa alrededor de las retenciones un grupo de exportadores. Esa fue en general la tónica de muchos gobiernos latinoamericanos que lo que hicieron fue aprovechar la crisis de estancamiento que tuvo el imperialismo norteamericano para tratar de generar mejores condiciones de reparto de esa renta extraordinaria sin cuestionar el conjunto de la matriz productiva atrasada y semicolonial que había conformado el imperialismo en estos países.
La nacionalización de las fuentes de riqueza en democracia
-¿Qué puede ofrecer el trotskismo en función de un cambio de la matriz productiva?
-Nosotros planteamos que no hay solución válida sin afectar los recursos de las multinacionales. No convalidamos lo que pasó en Brasil y Argentina, que para fortalecer a una burguesía nacional se sacó en por la vía de impuestos la mitad de los ingresos de los trabajadores. La caza de ganancias extraordinarias de los negocios de las multinacionales puede existir sólo temporalmente y no soluciona los problemas de fondo de la población trabajadora. Veamos lo que está sufriendo la población hoy por hoy con los tarifazos. Durante años se desviaron millones de recursos a subsidiar a empresarios que hacían usufructo del transporte público, de la distribución del gas, de la electricidad que recibieron subsidios millonarios durante años y años y nunca se frenaron los cortes de luz, nunca se invirtió lo necesario como para evitar masacres como la Tragedia de Once, para terminar con el problema de las garrafas para la población que se muere de frío en el invierno sin que hayan llegado las redes de gas natural. Esto porque los subsidios eran derivados en empresarios como Lázaro Báez, Nicolás Caputto, Ángelo Calcaterra y demás. Ahora que hay una mayor restricción del gasto público no se investiga que se hizo con todos esos millones y millones que fueron a esas empresas, sino que, con este gobierno de grandes empresarios como es el de Macri, se le aplican los costos de la quita de los subsidios a la población trabajadoras con boletas que son directamente impagables.
-¿Es posible la nacionalización de las fuentes de producción por la vía democrática?
-Si, efectivamente...
-¿Es posible un proceso en el cual uno vote a un gobierno que esté dispuesto a la nacionalización y que los empresarios y los poderes fácticos se queden mirando tranquilamente cómo actúan las fuerzas de la democracia contra sus propiedades?
-No, bueno, la experiencia de los gobiernos progresistas en Latinoamérica no es la única. La clase trabajadora y la juventud de Latinoamérica también tiene la experiencia de los '70, en donde sabe que estos sectores no se van a quedar al margen de una decisión democrática como la recuperación del petróleo, de la industria central de la obra pública, de los principales servicios que hacen a la vida y al interés general de la población.
-La producción de alimentos en Argentina que es gigantesca.
-Sí, los 4.000 terratenientes que usufructúan la soja, los cinco grandes exportadores... No, efectivamente ellos van a oponer una resistencia seguramente feroz a este tipo de medidas. Ahora, la clase trabajadora también ha demostrado que se puede organizar para defender esas medidas democráticas elementales para la supervivencia y el desarrollo de cualquier nación. Tiene que recuperar sus organizaciones de base desde las comisiones internas, los delegados, hasta los sindicatos para poder coordinarse provincialmente, localmente, como se vio en los '70 con las coordinadoras interfabriles del Gran Buenos Aires, que es una experiencia que se podría tender a nacionalizar porque efectivamente esas medidas van a tener que ser defendidas con una enorme fuerza social en las calles que permita ejercer un control porque lo que tampoco puede pasar es que esas empresas nacionalizadas caigan en manos de corruptas de tres o cuatro funcionarios.
La organización de la clase de trabajadora
-Una de las decisiones del Congreso fue el llamado a un paro activo con el involucramiento de las centrales sindicales. ¿Cómo se va a llevar a la práctica esa moción?
-Nosotros vamos a impulsar una gran campaña en todos los lugares de trabajo en donde está la izquierda, desde las escuelas y hospitales hasta las fábricas de todo el país e incluso los compañeros de la Universidad lo plantearon también porque la clase trabajadora y sus organizaciones tienen que retomar las mejores experiencias, no se pueden quedar sólo en la discusión de la paritaria, los sindicatos no están sólo para discutir la paritaria. Si vos lográs un 25 o un 30% de aumento en la paritaria y luego te toman una medida donde con una sola boleta del gas te expropian lo poco que conseguiste de aumento es un ataque económico también. La clase trabajadora debe demostrar que está dispuesta a unirse para ponerse adelante de los reclamos con disposición a enfrentar al gobierno. Nosotros vamos a plantear esa lucha para que se convoque a un paro nacional. Así como antes se convocaba a paros nacionales contra el Impuesto a las Ganancias o el 82% móvil, hay que convocar hoy a un paro nacional contra los tarifazos que están provocando un descalabro. Nosotros queremos alertar que la Corte Suprema se está preparando para convalidar la política tarifaria de Aranguren y Macri y dar vuelta de un plumazo los propios fallos que han salido de los distintos jueces que intervinieron en el país.
-¿Qué importancia tiene en esto el FIT (una integración del PTS con el Partido Obrero y la Izquierda Socialista)?
-Nosotros vemos que hay un marcado proceso de crisis en el peronismo y de decepción en muchos sectores del kirchnerismo que llevan a muchos sectores de la clase trabajadora y de la juventud a empezar a abrirse a los planteos de la izquierda. A mi me llamó mucho la atención en el Congreso del fin de semana la cantidad de jóvenes dirigentes muy formados con experiencias militantes en el kirchnerismo que están hoy militando en el PTS. Lo que vemos es que al FIT se le abre frente a la situación de resistencia al gobierno de Macri una oportunidad enorme. Por eso una de las mociones que votamos en el Congreso del PTS es proponer a nuestros compañeros del Partido Obrero y de Izquierda Socialista la convocatoria a un gran acto nacional en un estadio abierto de Buenos Aires para hacer una demostración de fuerzas masiva que le abra las puertas y pueda dialogar con toda esa nueva juventud y sectores del movimiento obrero que hoy se encuentran mucho más abiertos y predispuestos a las ideas de la izquierda en este proceso que ya viene desde el 2013 y que se muestra cada vez más favorable para nosotros.
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