El lado oculto del golpe fallido: Turquía guarda un gigantesco arsenal nuclear de la OTAN muy cerca de Siria

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La Base Aérea de Incirlik se encuentra en el sur de Turquía guarda el mayor arsenal nuclear de la OTAN fuera de Estados Unidos.
La Base Aérea de Incirlik, en el sur de Turquía, guarda el mayor arsenal nuclear de la OTAN fuera de Estados Unidos.

Un intento de golpe de estado y una purga de miles de empleados de la administración pública sacudieron Turquía y a sus habitantes.

Las suspensiones, detenciones y amenazas de restaurar la pena de muerte en el país hicieron que Estados Unidos y la Unión Europea pidieran al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que midiera su respuesta al intento de levantamiento.

Sin embargo, hay otro dato que podría sembrar inquietud en la comunidad internacional: las armas nucleares de Estados Unidos que al parecer están en la base aérea de Incirlik en Turquía.

Este martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo una conversación con su par turco para ofrecerle asistencia tras el intento de golpe de Estado en el país.

Y al mismo tiempo, los secretarios de Defensa de ambos países, el estadounidense, Ash Carter y el turco Fikri Isik discutieron sobre la importancia de la base de Incirlik, en el sur de Turquía muy cerca del límite con Siria, según informó el Pentágono en un comunicado.

La base aérea de Incirlik supone el arsenal nuclear más grande de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) fuera de Estados Unidos.

Esta base fue construida por EE.UU. cuando Turquía se unió a la OTAN en 1952 y se convirtió en un sitio militar clave durante la Guerra Fría al contar con un almacenamiento de armas nucleares, describió el periodista y especialista en armas nucleares Eric Schosser en un artículo publicado en la revista The New Yorker.

En documentos oficiales, EE.UU. admite que la OTAN financia la infraestructura necesaria para almacenar lo que califica como "armas especiales" en instalaciones seguras en Bélgica, Alemania, Italia, Holanda y Turquía.

Según informó el diario The Washington Post, las "armas especiales" son parte de un acuerdo nuclear entre miembros de la OTAN que incluye a Turquía y Estados Unidos y que data de 1960.

Por este acuerdo, los aliados permiten el almacenamiento de bombas nucleares B61 en su territorio mientras otros países se comprometen a tener aparatos aéreos capaces de distribuir las armas.

Estados Unidos mantiene la posesión de las armas y ofrece seguridad para las bombas allá donde estén.

En el caso de la base de Incirlik, Estados Unidos tiene alojadas unas 50 bombas de hidrógeno, según afirmó el director del Proyecto de Información Nuclear de la Federación de Científicos estadounidenses, Hans M. Kristensen, al periodista Schlosser.

Durante el intento de golpe de Estado en Turquía el pasado viernes, las autoridades turcas cortaron la electricidad en la base militar y cerraron el espacio aéreo, dejando aislado al personal en Incirlik.

"Después de una estrecha coordinación con nuestros aliados turcos, se ha vuelto a abrir el espacio aéreo a las aeronaves militares", informó Peter Cook, secretario de prensa del Pentágono en un comunicado el domingo.

Sin embargo, las instalaciones de la base aérea de Estados Unidos siguen operando con fuentes internas de energía propia hasta que se restablezca el suministro eléctrico.

"Las operaciones en la base no estuvieron afectadas", señaló el comunicado publicado en la página web de la base aérea de Incirlik.

Pero, ¿cuán seguras están estas armas en Turquía en medio de esta crisis política y próximas a zonas controladas por EI?

"La OTAN medirá con mucha atención lo que está sucediendo (…) porque la seguridad de estas armas no las provee la OTAN sino el país que alberga la base militar", analizó Schlosser en entrevista con la radio pública estadounidense NPR.

"Y hay una gran preocupación de que esas armas caigan en manos equivocadas", agregó.

BBC Mundo contactó a las autoridades del Departamento de Estado y la Secretaría de Defensa de EE.UU. para consultar la posición del país en torno a la situación en Turquía y al bloqueo de la base militar, pero no tuvo respuestas por el momento.

La Casa Blanca dijo este martes en un comunicado que Obama y Erdogan discutieron sobre la situación de Fetullah Gülen, el predicador musulmán turco autoexiliado en Estados Unidos, a quien las autoridades de Turquía acusan de estar detrás del intento de golpe.

El gobierno de Turquía volvió a pedir la extradición de Gülen.

El Departamento de Justicia de EE.UU. revisará "el material" presentado este martes por Turquía, aunque el vocero de prensa de la Casa Blanca Josh Earnest no quiso calificar la presentación de dicha documentación como una "solicitud formal" de extradición.

Mientras tanto hay cautela en torno a las relaciones bilaterales.

"Turquía jugó un papel clave para resolver problemas mundiales, como permitir la instalación de la base militar de Estados Unidos para pelear contra EI y el freno de la ola migratoria desde el este hacia Europa", señaló Kim Lane Scheppele, profesora de sociología y asuntos internacionales de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey (EE.UU.), en conversación con BBC Mundo.

"Él (por Erdogan) tiene muchas cartas en su poder. Ni EE.UU. ni la UE querrán desafiarlo, porque él puede destruir muchas de las cosas que a EE.UU. y UE les preocupan", añadió.

Fuente: BBC Mundo

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