Pese a la suspensión judicial de los tarifazos de luz y de gas, cientos de mendocinos se plegaron al segundo ruidazo convocado en el kilómetro cero para protestar por las subas en las boletas de servicios públicos ejecutados por el macrismo. Desde las 19 se concentraron en el kilómetro 0 de Capital con pancartas caseras contra el ministro del área y accionista de Shell, Juan José Aranguren, contra el ajuste en los sueldos y algunas con menciones al gobernador Cornejo.
Este segundo ruidazo tuvo menor intensidad de concurrencia que el primero, cuando las boletas acababan de pasar con subas superiores al 1000% por debajo de las puertas de miles de hogares. La protesta de este martes se realizó en el marco de la suspensión de los aumentos: el de la luz fue dejado sin efecto y en stand by por una jueza de San Martín y la suba del gas suspendida por la Cámara Federal de La Plata, que ratificó su fallo de primera instancia y ordenó no aplicar la suba hasta tanto se expida la Corte.
No obstante, entre los asistentes y con sólo preguntar abundaban los testimonios de afectados por las cubas. Como muestra, el caso de Beatriz Levalle, tapicera, que le contó a EXPLÍCITO que de 400 pesos le llegó una boleta de $1600: "La tuve que pagar porque si no la cortan. Soy jubilada pero aparte trabajo, duele pagar la factura porque te restringís de otras cosas".
Sobre el cordón de la vereda, tres maestras retiradas tocaban la corneta y hacían flamear una bandera argentina. El tarifazo y la situación salarial de los docentes era su proclama principal. "Zafé del ítem aula pero en mi época te castigaban con otras cosas. Con la doble escolaridad, el trabajo recargado. Siempre se crucifica a los maestros", señaló una de ellas a este portal.