La histórica sesión de juicio político contra la presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, se reanudó este viernes pero fue suspendida 90 minutos después por un escándalo entre opositores y oficialistas en medio del recinto del Senado, con graves acusaciones que elevan la tensión del país frente al proceso de destitución de la mandataria.
El presidente del Senado, Renán Calheiros, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), del interino Michel Temer, lamentó a los gritos que "Brasil y el mundo pueden creer que estamos pasando una imagen de que esto se transformó en una discusión que parece de un hospital psiquiátrico".
El punto más alto fue cuando Calheiros perdió el control frente al micrófono y le respondió a la senadora Gleisi Hoffman, del Partido de los Trabajadores, de Rousseff, quien había dicho que el Senado no tenía moral para juzgar a la presidenta suspendida.
"Justamente lo dice alguien que hace un mes pedía para no ser más investigada ante el Supremo Tribunal Federal junto con su marido", le espetó Calheiros a Hoffman, ex jefa de gabinete de Rousseff cuyo marido, Paulo Bernardo, estuvo detenido por supuesto fraude en el pago de créditos a jubilados.
"Si esto sigue así será difícil que venga a declarar la presidenta Dilma", continuó Calheiros, quien calificó las chicanas de los senadores en la sesión como una "burrada infinita".
El bloque del PT le respondió a Calheiros que era "de bajo nivel" la agresión a Hoffman en la sesión histórica.
También se repitió este viernes la pelea a los gritos del senador conservador Ronaldo Caiado con Lindbergh Farias, del PT, como había ocurrido ayer, al inicio del juicio político.
Farias acusó a Caiado por "injurias", y éste a su vez le respondió "drogón" y "comedor de cocaína".
Anteriormente, la senadora Ana Amelia, del Partido Progresista (PP), acusó al PT de "repetir la máxima de comunicación de Joseph Goebbels, de mentir que algo queda, estamos viendo esto contra los testigos de la acusación".
El presidente del supremo tribunal federal, RIcardo Lewandowski, suspendió hasta las 13 la sesión a la espera de los testigos de la defensa.
La sesión comenzó con la denuncia para impugnar al testigo Antonio Carlos Costa D'Avila, auditor del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), quien acusa a Rousseff de haber violado la ley fiscal en el presupuesto 2015.
El Partido de los Trabajadores (PT) sostiene que el auditor admitió que pudo haber participado de una manipulación para sentar las bases técnicas del juicio político y por eso lo denunciará ante los órganos de contralor de los jueces de cuentas.
En ese marco, se esperan que cinco testigos se presenten a lo largo de la jornada, luego de que la defensa de Rousseff retirara de la lista a la profesora universitaria Esther Dweck, quien asesora a una senadora del PT y está siendo objetada por los que defienden el juicio político.
Los testigos que esperan ser escuchados son el ex ministro de Economía Nelson Barbosa, el economista Luiz Gonzaga Belluzzo, los profesores Geraldo Prado y Ricardo Ribeiro y el ex viceministro de Educación Luiz Costa.
El lunes declarará Rousseff antes de la votación final, en la cual puede ser destituida si se llega a un piso de 54 de los 81 senadores.
El gobierno interino del vicepresidente Michel Temer calcula que Rousseff recibirá 60 votos en contra.