Pereyra anunció que Massa y Daer apoyan su rechazo al plan de Cornejo contra los trabajadores del Casino

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El diputado massista Guillermo Pereyra analiza con el líder cegetista Héctor Daer el plan de Cornejo contra los trabajadores del Casino.
El diputado massista Guillermo Pereyra analiza con el líder cegetista Héctor Daer el plan de Cornejo contra los trabajadores del Casino.

El diputado local del Frente Renovador Guillermo Pereyra difundió que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, junto a Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT unificado bajo el mando de un triunvirato, y la diputada Graciela Camaño le dieron apoyo explícito para oponerse a la ley de Alfredo Cornejo que modifica el Convenio Colectivo de Trabajo de los trabajadores del instituto Provincial de Juegos y Casinos.

Pereyra es un aliado legislativo de Cornejo, pero en temas sindicales ha tomado recaudos para no quedar del todo pegado con el jefe del armado político provincial que lo llevó a la Cámara de Diputados con el sello Cambia Mendoza sin que signifique esa actitud una derrota para el gobierno.

La ley que elimina la estabilidad laboral para los empleados del Casino fue aprobada en el Senado, adonde Cornejo no solo ostenta mayoría sino que mantiene el bloque de la alianza con el Pro y Libres del Sur sin fisuras, a diferencia de lo que le ocurre en Diputados con el massista Pereyra y el ganso Marcos Niven, quienes en plena guerra por la imposición del ítem aula a los maestros sacaron los pies del plato del jefe del espacio que gobierna.

El proyecto de Cornejo contra los trabajadores del Casino debía votarse el miércoles pasado en la Cámara Baja, pero la sesión se cayó por falta de quórum, situación que fue provocada por la acción conjunta del FpV, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) y el Frente Renovador.

El massista Pereyra avisó que no votaría a favor de la iniciativa de Cornejo y voló a buscar apoyo de sus líderes nacionales. En ese contexto se inscribió una reunión con Massa, Daer y Camaño. A Cornejo le alcanzaría con que la sesión especial prevista para este lunes tenga quórum para desarrollarse, porque en caso de que el massista le vote en contra, se daría un empate que pondría al radical Néstor Parés, que preside la Cámara, desempataría a favor del oficialismo.

El sindicalista que lidera el Centro Empleados de Comercio de Mendoza desde hace muchos años se plantó contra Cornejo en la modificación del Convenio de los trabajadores del Casino porque la iniciativa arrasa con una histórica conquista sindical: los convenios de trabajo se negocian entre los trabajadores y las patronales con el Estado como árbitro. Cornejo quiere meter manos en virtud de su mayoría legislativa circunstancial.

“No es necesaria la  ratificación legislativa del convenio colectivo, porque el  Instituto Provincial de Juegos y Casinos es un ente descentralizado y autárquico con fines públicos y con patrimonio propio, motivo por el cual, su “incidencia presupuestaria” (si la hubiere) no depende de la legislatura sino del propio organismo, conforme lo establece la ley 6362 (art. 4 y 13)”, aclaró Pereyra en un comunicado.

El diputado sostuvo que “es la Justicia la que deberá resolver este tema, por encontrarse ya judicializado”. El sindicato del personal del Casino invalidó en los estrados judiciales la violación al CCT por parte de Cornejo al despedir delegados gremiales en el marco de un plan de ajuste de empleados del organismo de las apuestas de la Provincia. En las primeras instancias, la Justicia falló contra el gobierno, por lo que Cornejo decidió subir la apuesta para ir por todo con un nuevo Convenio Colectivo sin intervención de los trabajadores en el diseño.

Pereyra  le recomendó a Cornejo una salida distinta a la imposición legislativa de un nuevo CCT: “Las partes podrían  denunciar el convenio y volver a la etapa de negociación. En este momento no estamos específicamente discutiendo el contenido del convenio, si no la formas en que se pretende su modificación unilateral. Aprobar algo así sentaría un grave y perjudicial precedente para todos los trabajadores argentinos, tanto del sector publico como privado".

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