"Absolución lisa y llana o por el beneficio de la duda" es lo que pidió el defensor oficial Leonardo Pérez Videla para Paulino Furió, exJefe de la División Inteligencia II del Ejército con grado de Teniente Coronel, en la causa en la que se lo acusa como partícipe primario en la sustracción y ocultamiento de la identidad de Celina Manrique Terrera, la primera nieta recuperada en Mendoza, y por el secuestro y posterior desaparición de sus padres, Alfredo Manrique y Laura Terrera.
Fue en una nueva audiencia en el Megajuicio por crímenes de lesa humanidad en el cual Furió está acusado por secuestros, torturas, homicidios, desapariciones, robos y vejámenes a expresos políticos mientras estuvo en el Ejército. La estrategia de Pérez Videla fue desvincular a Furió en la cadena de mando y responsabilizar sólo a los altos mandos de los delitos de lesa humanidad cometidos bajo el régimen de terrorismo estatal.
En este caso, Pérez Videla aludió a la figura del general de Brigada Jorge Maradona, ya fallecido, como el máximo responsable de los crímenes. Según argumentó el defensor, "la responsabilidad de Maradona no era compartida ni delegada a ningún nivel subalterno". En esa línea, intentó desligar a Furió de la cadena de responsabilidades de policías y militares que terminaba en la desaparición y/o muerte de cientos de presos políticos.
El defensor de Furió consideró que no hay elementos probatorios de que el matrimonio Manrique-Terrera haya sido secuestrado en Mendoza, y aludió a una carta escrita por Laura Terrera -en la que le dice a su padre "estamos bien, volvemos en los próximos días"- como prueba de que la pareja estaba en Buenos Aires. Esa carta también es la que usó el exjuez Luis Miret para intentar excusarse en la investigación del secuestro de la pareja y posterior supresión de identidad de Celina Manrique Terrera.
