La Conferencia Episcopal Argentina y la Santa Sede confirmaron que finalizó el proceso de digitalización de la documentación que la Iglesia Católica posee sobre la última dictadura cívico-militar y anunció que la pondrá "a disposición" de las víctimas y familiares de desaparecidos.
"La Iglesia no le tiene miedo. Siempre la verdad ilumina, aunque duela", aseveró el titular de la CEA, cardenal Mario Poli, durante la presentación oficial de la apertura de la documentación, que ya había sido anunciada en abril pasado por el papa Francisco a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, durante una reunión en el Vaticano.
Durante una conferencia en la que fue formalmente puesta a disposición la documentación digitalizada, Poli afirmó que ese gesto representa "un servicio a la Patria para la reconciliación de los argentinos" y aseguró que la Iglesia "no le tiene miedo" al contenido de esos archivos.
Luego, la decisión de facilitar los archivos eclesiásticos de la dictadura militar (1976-1983) se acordó el pasado de 15 de octubre, tras la reunión que la mesa ejecutiva de la CEA, que preside José María Arancedo, tuvo en el Vaticano con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del pontífice; monseñor Richard Paul Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, y oficiales de la Secretaría de Estado vaticano.
Al ser consultados sobre si de los documentos desclasificados podría surgir algún elemento sobre el rol que jugó el Episcopado durante la dictadura, Poli dijo que “la Iglesia hizo lo que tenía que hacer” aunque reconoció que “no está ausente el mea culpa y el pedido de perdón por lo que no se hizo”, que se pronunció públicamente por primera vez en 2000.
“La Iglesia ha hecho muchísimo, aun con el estrecho margen que tenía. Hubo intervenciones concretas de la Iglesia por mucha gente y eso en las cartas se ve”, explicó, por su parte, Arancedo.
"De acuerdo a un protocolo que se establecerá próximamente, podrán acceder a la consulta de los documentos referidos a las víctimas y familiares directos de los desaparecidos y detenidos y, en el caso de religiosos o eclesiásticos, también sus superiores mayores", sostuvo la cúpula eclesial a través de un comunicado.
Ese trabajo, añadió el texto, "se ha desarrollado teniendo como premisa el servicio a la verdad, a la justicia y a la paz, continuando con el diálogo abierto a la cultura del encuentro en el pueblo argentino".
Fuente: Página 12