"Hay que afrontar un año difícil: toda la industria de la Construcción está muy afectada", conceptualizó el flamante presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Julio César Crivelli, en una entrevista inaugural de su mandato al frente de la poderosa gremial empresaria, que aportó gran parte de los procesados del sector privado en la causa por las coimas al kirchnerismo, que llevan el fiscal Carlos Stonelli y el juez Claudio Bonadio.
El nuevo presidente de la Comarco es dueño de Crivelli y Asociados, un estudio especializado en Contratos de Construcción y Concesión de Obras y Servicios Públicos.
El abogado electo para suplantar a Gustavo Weiss le dio una entrevista a Sebastián Catalano, para Infobae.
– ¿Hay involucrados en la causa (por coimas) que aún son miembros de la entidad?
Hubo una renovación total del consejo. Todos los consejeros firmaron una declaración jurada que dice que no están involucrado en ningún proceso de ninguna índole, y si llegan a estarlo en el futuro esa nota funciona como una renuncia. No queda nadie de las personas involucradas en procesos. Ahora hay que afrontar un año difícil: en obra pública no hay presupuesto; en la privada los inversores tienen miedo y están frenados por las distorsiones macro; y en vivienda, los inversores y los compradores están afectados por la crisis. Toda la industria de la construcción está muy afectada.
– ¿De qué manera?
Todo lo que pasa es malo para el sector porque las empresas tienen una contingencia tremenda y están sin crédito. En todo el mundo se diferencia mucho a las empresas de los empresarios. Las empresas son un activo de la sociedad y matarlas no es algo bueno, siempre se intenta salvarlas más allá de las condenas de sus directivos o accionistas involucrados en temas de corrupción.