La Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) alertó en su último informe sobre la sobrepoblación carcelaria en las cárceles del Servicio Penitenjciario Federal, entre otras cosas por el uso sistemático de la prisión preventiva, la escasa utilización de medidas alternativas a la cárcel, la reducida aplicación de institutos de egresos anticipados y la presión de la opinión pública en los debates actuales acerca de la cuestión securitaria.
El 60% de las personas encarceladas en el Servicio Penitenciario Federal está bajo prisión preventiva, es decir, sólo cuatro de cada diez personas tras las rejas tiene condena firme. Los datos están actualizados a septiembre de 2018, última información disponible.
Entre los efectos de la superpoblación carcelaria, la PPN recalcó el de la tortura sistemática. Se contabilizan los casos de golpes, agresiones físicas y amenazas relevados a partir de un protocolo interno inspirado en los principios del Protocolo de Estambul. Pese a que la "cifra negra" de este tipo de fenómenos de especial sensibilidad torna imposible el conocimiento del volumen de la tortura en los espacios de encierro, no obstante los registros de la PPN deben ser considerados el piso mínimo para comprender la estructuralidad de esta forma de violencia institucional, sostienen.
La institución contabilizó 442 casos de tortura y 145 denuncias penales presentadas entre enero y septiembre de 2018.
Este es el informe completo de la PPN: