El acuerdo para Vaca Muerta fracasó en cuanto a las inversiones que pronosticó el gobierno. En enero de 2017, Mauricio Macri anunció una lluvia de inversiones a cambio de la flexibilización laboral. El presidente dijo que las empresas se comprometieron a invertir 5000 millones de dólares ese año y "más que duplicar" esa suma en los años siguientes.
A dos años y medio de aquel anuncio, lo único que se cumplió fue la precarización de las condiciones laborales. Esa fase del acuerdo demoró un año en implementarse a full. Desde entonces se cuentan ocho trabajadores muertos en la cuenca neuquina. La mayor explotación laboral tuvo consecuencias trágicas.
Ocho petroleros murieron en la cuenca neuquina desde la flexibilización laboral para Vaca Muerta
Al mismo tiempo, las inversiones reales dejaron en ridículo a las pronosticadas por Macri. El presidente hizo sus anuncios el 10 de enero de 2017. El auditorio estaba colmado de dirigentes políticos, sindicales y empresarios del petróleo en la Casa Rosada.
En 2017 las inversiones oscilaron los 4000 millones de dólares, en 2018 se ubicaron por debajo de los cinco mil millones de dólares, y para este año las empresas han anunciado inversiones por 5300 millones de dólares.
De cumplirse los anuncios de las empresas para este año, las inversiones en Vaca Muerta alcanzarán recién el nivel de 2015. Ese fue el año que más plata se dispuso para producir hidrocarburos en la formación shale, según datos oficiales de la Secretario de Energía de la Nación.
La historia
En enero de 2017, Macri anunció su plan para Vaca Muerta. Consistió en bajar los sueldos de los petroleros, generar subsidios a las empresas y esperar a que estas ampliaran sus planes de inversión.
Las dos compañías que más invirtieron desde entonces fueron YPF y Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint, de Paolo Rocca. La compañía controlada por el Estado es líder absoluto en inversiones en Vaca Muerta desde que comenzó la explotación a gran escala de sus recursos.
Tecpetrol aceleró sus desembolsos con el fin de aprovechar los subsidios que dispuso el gobierno durante la gestión de Juan José Aranguren como ministro de Energía.
No obstante, el ajuste impuesto por el FMI llevó a la compañía petrolera del principal conglomerado del país a una guerra judicial contra el gobierno al que ayudó a instalarse en la Casa Rosada.