Antonio de la Rúa, ex novio de Shakira, le exigió a la cantante colombiana una indemnización de 100 millones de dólares en la demanda que elevó en enero en un tribunal de Nueva York.
Según la prensa colombiana que obtuvo el texto de la demanda, la acción judicial fue interpuesta por De la Rúa el 15 de enero en la Corte Suprema del condado de Nueva York.
De la Rúa pide el embargo de las cuentas que tiene la artista en el Banco Safra de Ginebra como medida preventiva para evitar que la artista oculte sus bienes, de acuerdo con la versión, que señala que el documento fue legalizado en una notaría de la fe pública de Bogotá, en la que el argentino tiene registrada su firma.
Según De la Rúa, la cantante debe pagarle por su trabajo como socio de una empresa que lanzó al estrellato mundial a la colombiana.
"He intentado varias veces, tanto personalmente como a través de un abogado, resolver este litigio de forma amistosa. En el mejor de los casos, estos intentos se han encontrado con el silencio, y en el peor de los casos, con la hostilidad", expresó De la Rúa en su demanda.
"En resumen, a través de sus acciones y declaraciones, la señora (Shakira) Mebarak ha mostrado una clara intención de tomar todas las medidas necesarias para impedir que tome posesión de los bienes que son legítimamente míos", añadió.
En opinión del demandante, Shakira "ha adoptado una estrategia de tratar de reescribir la historia, que incluye negar la existencia de una sociedad", con el objetivo "menospreciar" su contribución al crecimiento de esa "asociación verbal" que tuvieron.
"Una orden de congelación de las cuentas bancarias de Carpe Diem en el Banco Safra de Ginebra durante la tramitación del proceso judicial de Nueva York es necesaria para proteger los activos de la sociedad que me pertenecen", afirmó.
Caracol recordó que Shakira demandó a su ex novio en un tribunal de las islas Bahamas por tomar supuestamente sin su permiso tres millones de dólares y gastar otros 500.000 en una tarjeta de crédito de la cantante.
En agosto pasado, dos ex empleados de la casa de la artista la demandaron con el argumento de que no recibieron las prestaciones laborales que exigían tras su despido.