No hay un consorcio que almacene tantos datos como Amazon, que empezó como una librería online. El jefe de Amazon, Jeff Bezos, se ha convertido en el hombre más rico del planeta. Uno de cada dos euros gastados en el comercio electrónico es para Amazon.
Con su crecimiento irrefrenable, ¿está revolucionando Amazon nuestro sistema económico? Amazon es una máquina que puede observar, comparar y analizar simultáneamente a más de 300 millones de personas en todo el mundo.
La empresa no solo es una plataforma de venta, que al mismo tiempo vigila el mercado y ofrece cada vez más servicios y productos, sino que además controla todos los flujos de datos de este mercado y los utiliza para su propio beneficio. ¿Quién podría sospechar que un simple clic en una página de Amazon proporciona informaciones al consorcio que pueden rellenar una página en DIN A4?
Una conversación con Alexa, el visionado de un video en streaming en Amazon Prime, o el pedido de verdura a través de Amazon Fresh, proporcionan una biblioteca de datos de cada cliente. Todo se recopila. El consorcio no revela para qué emplea todos estos datos. ¿Qué no será posible cuando se añadan los datos de nuevas áreas comerciales? En Estados Unidos, el consorcio ya se ha introducido en el campo de la sanidad y de las aseguradoras, y ya hoy la policía se sirve del programa de reconocimiento de rostros de Amazon para capturar a delincuentes.