El Gobierno de ese país espera la aprobación del Parlamento para aplicar la administración de esa planta para uso medicinal. Aseguran que habrá fuertes controles para evitar el turismo canábico.
El Gobierno Uruguayo aseguró que el proyecto para que el Estado regule la producción y el consumo de la marihuana prevé un estricto control para que no se derive sustancia a otros países. Sólo podrán acceder a ella los residentes.
"(La marihuana) se va a dar únicamente a los usuarios residentes. Esto está plasmado para evitar el turismo cannábico. Queremos evitar esos problemas y con eso dar garantías a los (países) vecinos", dijo el secretario general de la Junta Nacional de Drogas del Uruguay (JND), Julio Calzada, entrevistado por Télam.
"Debemos darles señales claras a la región y especialmente a la Argentina y Brasil, de que lo que se produzca en Uruguay no va a terminar en esos mercados", subrayó.
El funcionario dijo que la iniciativa del Ejecutivo, que ahora está a consideración del Parlamento, incluye la creación de un registro de usuarios "para que ninguna persona vaya a poder consumir más de 40 gramos por mes, porque esta no es una sustancia inocua".
"Nosotros tenemos que garantizar a la población uruguaya que no va a haber desvíos al mercado negro. Hay un motivo de salud y otro en términos de seguridades nacionales y regionales, de vecindad", dijo.
Calzada rechazó las críticas al proyecto que parten de la tergiversación de que se quiere "legalizar la marihuana", cuando en realidad "no es un planteo liberalizador ni de legalización liberadora, sino de una regulación restrictiva del consumo".
"Partimos de que ya existe un mercado y no que es un mercado que se va a crear por culpa de este proyecto. Y ese mercado hoy tiene alrededor de 300.000 personas que consumen marihuana en el año, unas 75.000 que consumen mensualmente varias veces y cerca de 20.000 que lo hacen todos los días. Lo primero que queremos hacer es regularlo. Hoy está totalmente fuera de control", explicó.
El funcionario dijo que "el proyecto actúa sobre toda la cadena de producción, incluido el financiamiento" y agregó que "hoy los criminales se apropian de una enorme masa de dinero producto de la desregulación y son dineros que después se vuelcan en el lavado de activos, en inversiones inmobiliarias y en otros negocios".
"Estos fondos se vuelcan en la región, pero también y principalmente lo hacen en los países del Norte, que son los grandes lavadores de dinero de la economía global", subrayó.
El funcionario dijo que otro tema importante son "las drogas que mueve ese narcotráfico, las drogas que penetran junto a la marihuana, ya que se valen de la misma cadena de distribución del cannabis para ofrecer sustancias como el paco, que generan un problema de salud pública muy importante".
Calzada valoró la política del Gobierno de Holanda, que "en 1977 planteó la separación de mercados para evitar la penetración de otras drogas" y agregó que "no hay que mezclar los mercados de drogas de alto y bajo riesgo".
"Ellos lograron avances importantes en salud: bajar los niveles de HIV y el porcentaje de usuarios que consumen marihuana, que se mantiene por debajo de otros países que han adoptado el prohibicionismo, como España e Italia", destacó.
Por eso, Calzada reivindicó "que los estados nacionales tenemos derecho a plantear nuestras políticas, dando garantías", pero aclaró que el proyecto en consideración "no creemos que sea un modelo perfecto, es sólo para nosotros, un país muy pequeño, estamos hablando de 20 toneladas al año".