Por Juan Manuel Díaz
Para Sport.es
Si sobre el terreno de juego del Camp Nou, ante el PSG, el barcelonismo pudo comprobar el aura que irradia Leo Messi, su capacidad para intimidar a los rivales -y tumbarlos- con muy poco, en el Allianz Arena constató que el argentino ha llegado a las semifinales contra el Bayern de Múnich lejos de su mejor momento de forma. Leo personalizó el 'hundimiento' del Barça en el Allianz Arena.
Era la gran incógnita, saber cómo estaba Leo. También para Jupp Heynckes, quien, temiendo a un Messi recuperado, escogió a Dante en el eje de la defensa, por su velocidad, antes que a Daniel Van Buyten. El técnico germano acertó.
La decepción fue grande para los alrededor de 2.400 culés que estaban en el Allianz Arena y para los millones que seguían el duelo por televisión: el genio de Rosario demostró muy pronto que está todavía falto de preparación.
Alejado del área, cayendo al eje y a la banda derecha para intentar contactar con el balón, Messi estuvo, pese a todo, muy vigilado por todo el Bayern. Sus centrocampistas y sus defensas se fueron rotando para frenarlo, a base de faltas, en las pocas ocasiones en las que pudo entrar en juego.
A pesar de todo, el argentino dispuso de una ocasión, aunque no llegó a rematar. Fue a los 28 minutos, tras un pase cruzado de Pedro desde el ángulo derecho del área de Neuer; Leo llegaba al segundo palo presto al remate, pero Dante se anticipó y despejó a córner.
Otro fogonazo
Las cosas no fueron muy diferentes en el segundo tiempo. Leo se dosificaba en sus fogonazos, con pocas energías, mientras que el resto del equipo parecía desfondado y sin capacidad para frenar al Bayern en los córners o en las contras. Así nacieron los dos tantos del conjunto bávaro.
Fue pasada la hora de juego cuando Messi apareció dos veces en el área de Neuer. La primera, en una incorporación de Jordi Alba por la banda. El lateral centró al punto de penalti, allí estaba Leo, pero Dante se volvió a adelantar al argentino.
Aún le llegaron las fuerzas para intentar un slalom que finalizó en córner, antes del hundimiento general con el tercer y el cuarto tanto del Bayern, obra de Robben y Müller, respecticvamente.