YPF lideró la aceleración de la producción petrolera que generó un incremento del volumen de crudo extraído este año respecto al del año pasado. En enero y febrero se registró un aumento del 5,24% de la producción petrolera de Neuquén respecto a la de los dos primeros meses del año pasado.
En febrero, se extrajeron en promedio 178.349 barriles por día, 3,22 por ciento más que el mes previo; y 6,91 por ciento más que en febrero del año pasado. Los yacimientos no convencionales aportaron el 78% de la producción, con 139.564 barriles/día.
El incremento de la producción en cuatro bloques de YPF explica en buena parte la mejora en el desempeño de la industria. Loma Campana engrosó su producción en 2.507 barriles día; La Calera, en 1.781 bbl/d; Bandurria Sur, en 1.592 bbl/d, y Bajada de Añelo, en 687 bbl/d.
El plan con el que YPF aumentó su producción se desarrolló en un escenario hostil. La petrolera controlada por el Estado arrastraba múltiples problemas financieros cuando estalló una crisis global del petróleo como consecuencia del impacto de las restricciones contra la pandemia de coronavirus, a fines de marzo y abril del año pasado.
La compañía nacional reestructuró su deuda con sus acreedores, mientras readecuó sus operaciones al nuevo escenario.
En ese contexto, YPF asumió el liderazgo en la reactivación de las actividades en los yacimientos frente a las petroleras multinacionales, que resultaron golpeadas por la crisis global, y las nacionales privadas, que se mantienen expectantes de las señales del mercado y la política. Para este año, la compañía estatal prevé inversiones por unos 1500 millones de dólares en Vaca Muerta.
En los campos hidrocarburíferos se originan negocios con el petróleo y el gas. Las condiciones son distintas para cada producto.
El petróleo es un commodity, cuya cotización se establece en mercados globales sensibles a variables diversas, desligadas de los costos de producción. La producción nacional se referencia con la cotización del petróleo Brent, que es menos volátil que la del WTI, de Texas, Estados Unidos. No obstante, la libertad de mercado es relativa, puesto que el Estado interviene cuando las fluctuaciones del precio internacional amenazan el equilibrio del mercado interno.
El gas natural que se produce en Argentina se destina prácticamente en su totalidad al consumo nacional. El precio para uso familiar y comercial está atado a la regulación de las tarifas que ejerce el Estado, que a la vez negocia con las productoras el precio del gas que se destina a la generación eléctrica.
La producción gasífera quedó relegada frente a la del petróleo en los últimos meses. Se contrajo un 15% el volumen de gas extraído en Neuquén de un año al otro comparando los datos de enero y febrero. Los datos de este año no ilusionan. Se registró una merma del 1,17% en la producción de gas de enero a febrero, con retracciones en los bloques Fortín de Piedra, de 0,46 millones de metros cúbicos por día; San Roque, de 0,37 MMm³/d; Aguada de la Arena, de 0,17 MMm³/d, y Rincón del Mangrullo, de 0,16 MMm³/d.
YPF es la petrolera más grande del país, con más del 60 por ciento del mercado de los combustibles bajo su dominio. El yacimiento Loma Campana, la nave insignia de Vaca Muerta, que explota en sociedad con Chevron, es el que más crudo entrega en la formación neuquina desde que se explota. Y la petrolera de bandera es la principal productora nacional de petróleo.
En el gas la empresa del Estado perdió terreno en Vaca Muerta en los últimos años. Tecpetrol, el brazo petrolero del grupo Techint, batió todos los récords en el yacimiento Fortín de Piedra. Llegó a producir ahí el 13 por ciento de todo el gas argentino con un plan diseñado para aprovechar los convenientes subsidios que ofreció el gobierno de Mauricio Macri con Juan José Aranguren como ministro de Energía. Tecpetrol llegó a cobrar 7,50 dólares por millón de BTU cuando el precio en el país apenas superaba los 4 dólares. Sin subsidios, la producción de la petrolera de Techint se contrajo.
