Europa enfrenta una crisis energética. Francia promete frenar la subida de precio ante el descontento de la población mientras el Reino Unido aumenta las tarifas.
El otoño apenas ha comenzado y Europa enfrenta como puede la subida sin precedentes de los precios de la energía. El aumento de la electricidad y el gas ha causado el descontento de los franceses.
Los activistas del movimiento chalecos amarillos vuelven a las calles de la capital, París, para una nueva jornada de protestas antigubernamentales. Portaban pancartas criticando el aumento de las facturas de energía.
El Gobierno francés, presionado por la impopularidad del fuerte encarecimiento de la energía, ha decidido bloquear futuras subidas del precio del gas durante los meses de invierno.
Sin embargo, en el Reino Unido el aumento de la factura mínima ha puesto a muchos hogares en riesgo de pobreza energética. Los altos precios de los suministros han llevado a la quiebra a varias distribuidoras del sector eléctrico. La crisis se agrava mientras el país sufre una escasez de combustible por falta de transportistas.
El primer ministro británico admitió que la crisis va a durar las próximas semanas y dijo que el problema se debe al aumento de la demanda.
Las autoridades británicas dicen que desplegarán a casi 200 militares en camiones cisterna para asistir en el reparto de combustible. Además Londres otorgará cientos de visados temporales para conductores extranjeros para impedir una parte de las crisis que enfrentará el país durante el invierno.