Mientras se multiplican en Mendoza las renuncias de médicos en el sector público -este miércoles se conocieron otras cinco de clínicos en el Hospital Central-, la ministra de Salud, Ana María Nadal, minimizó las bajas de estos profesionales.
Además, adelantó que las renuncias serán cubiertas redistribuyendo los médicos que quedan en pie en esta especie de guerra por los salarios de pobreza que paga el gobierno de Rodolfo Suarez.
El conflicto con los prestadores fue escalando tras el cierre de la paritaria, ya que el gremio pactó con Suarez el aumento en cuotas pero muchos prestadores se quedaron con su servicio por fuera del blanqueo. La precarización, el pago de gran parte de los salarios en negro y la pérdida de poder adquisitivo -durante la pandemia no hubo aumento salarial- derivó e renuncias masivas y la semaa pasada en el inicio de un paro de cirujanos en el Notti.
"No tenemos resentimiento de atención de los prestadores. Ellos aceptaron el aumento del 40% en las prestaciones de guardia. Hay un grupo particular de prestadores que son los anestesiólogos. Hay 4 médicos clínicos del Central y esto lo veremos", soló la ministra en horario central de TV.
Luego dijo que con tras las renuncias en el Central y el Notti el Gobierno buscará suplir esos lugares con los médicos que ya hay en el sistema. "Tenemos que redistribuir el recurso humano. esa es una de las estrategias. Haremos una migración del recurso humano del primer nivel", adelantó la ministra.
Semanas atrás, cuando se inició el conflicto en las guardias por los prestadores a los que Suarez se niega a blanquear, la ministra despachó: "Van a entrar en razón y acordar lo que ya se estipula en la paritaria".
Poco después, el segundo en la cadenna de mando en Salud, Oscar Sagás, les comunicó a los prestadores que Suarez había decidido blanquear a 29 de 600 prestadores que le facturan al estado por sus servicios.
Suarez ofreció blanquear sólo a 29 de los 600 prestadores precarizados en los hospitales