El conflicto en los hospitales de Mendoza no cesa pese al ninguneo del Gobierno ante las renuncias masivas de médicos y las protestas, que se multiplican entre profesionales y contratados precarizados.
El próximo lunes SITEA, uno de los sindicatos estatales que Rodolfo Suarez excluyó de la paritaria del sector, volverá a las calles y hará un paro por los salarios bajo la línea de pobreza y el sueldo en negro de muchos de los prestadores, contratados y profesionales.
Ese día, desde las 9.30, se reunirán en la guardia nueva del Hospital Central para luego manifestarse en las calles e reclamo de recomposición salarial, actualización de los sueldos de acuerdo a la inflación y el pase a planta de los trabajadores precarizados.
Durate la pandemia, más de 3 mil trabajadores de la salud trabajaron en la primera línea de fuego con salarios en negro y facturándole al Estado como monotributistas. Se trata de camilleros, técnicos, enfermeros y enfermeras a los que Suarez prometió blanquear en tandas, pero eso no ocurrió, sino que hubo unos pocos pases a plantas en cuentagotas.
Otro de los reclamos de SITEA es el pase a régimen 27 de los enfermeros, una condición legal que el Ejecutivo sólo cedió a algunos afiliados a ATE, gremio dialoguista con Suarez y uno de los primeros en aceptar la oferta de aumento en cuotas en la paritaria.
El conflicto con los prestadores
Por otra parte, hay cerca de 600 prestadores que están en planta pero le facturan al Estado por sus prestaciones. Es decir, cubren una guardia o una cirugía y pagan por ello el monotributo para poder cobrarle al Gobierno por ese servicio. De esos, el Gobierno sólo ofreció blanqueo a 29.
Tras esa oferta pírrica, cirujanos del Notti hicieron paro, respaldados por AMPROS y la Asociación Mendocina de Cirugía Pediátrica, sumándose de este modo a la queja de los anestesistas, que renunciaron en forma masiva.
La ministra Ana María Nadal les clavó el visto a todos: dijo que los prestadores iban a terminar aceptado la oferta, por un lado. Y por otro anticipó en lenguaje CEO que los renunciantes serán reemplazados por una "redistribución de recurso humano". Fueron sus palabras: "Tenemos que redistribuir el recurso humano. esa es una de las estrategias. Haremos una migración del recurso humano del primer nivel".
