El cornejismo logró retener el manejo de la oficina de Ética Pública, otro de los entes de control que forma parte del entramado de poder del exgobernador que va por un nuevo período. Fue en una votación secreta, de la que el oficialismo dejó trascender que Gabriel Balsells Miró, exfuncionario y legislador radical, obtuvo 24 bolillas blancas.
En línea con la cooptación total de entes de control que ejerce Cornejo, Balsells Miró está al frente de esa oficina desde 2018, y ahora lo estará por otros cinco años, tal como hizo el oficialismo, de manera inédita, con el titular de Irrigación, Sergio Marinelli, una pieza clave para el oficialismo en su plan de expansión del fracking con licitaciones blandas y rebaja de regalías por decreto.
La semana pasada se realizó la Audiencia Pública, en donde Balsells Miró obtuvo 489 adhesiones y ninguna impugnación.
Una de las que sí se opuso al nombramiento denunciándolo como parte de la estructura de poder cornejista fue Mercedes Llano, del PD, quien planteó modificaciones a la ley que establece requisitos para ocupar el cargo, entre ellos el de la reelección.
"Avanzaron sobre la oficina de ética pública, se presentan denuncias, quedan estancadas en ese ámbito. Negocios con Fiscalía de Estado, nos hemos cansado de presentar denuncias y ninguna prospera", remarcó en otra ocasión Llano.