Los occidentales "no tuvimos nada que ver" con la fallida rebelión del jefe del grupo Wagner en Rusia este fin de semana, afirmó hoy el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
"Convoqué a nuestros aliados clave en una llamada de Zoom", declaró Biden a periodistas.
"Coincidimos en que teníamos que asegurarnos de no dar a (el presidente ruso Vladimir) Putin ninguna excusa (...) para culpar de ello a Occidente y para culpar de ello a la OTAN", afirmó.
"Dejamos claro que no estábamos involucrados. No tuvimos nada que ver, era un problema dentro del sistema ruso", agregó.
Biden comentó además que para mantener la "coordinación" hablará con los jefes de Estado y se asegurará, según comentó, de que están "de acuerdo"
El mandatario estadounidense consideró que aun es "demasiado pronto" para sacar conclusiones sobre lo ocurrido.
El presidente demócrata dijo estar en contacto con su par ucraniano Volodimir Zelenski para garantizarle el apoyo de su país.
Durante 24 horas, las fuerzas de Yevgueni Prigozhin, el jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, se apoderaron de varias instalaciones militares de la estratégica ciudad de Rostov del Don, en el suroeste de Rusia, y recorrieron 600 km en dirección a Moscú.
En Rostov, sus combatientes fueron aclamados cuando abandonaron el cuartel general militar que habían tomado, desde el que se coordinan las operaciones en Ucrania.
La rebelión terminó tras un acuerdo en virtud del cual Prigozhin obtuvo garantías de inmunidad para él y sus hombres a cambio de poner fin a la sublevación.
Según el Kremlin deberá exiliarse en Bielorrusia.