Furioso por el fracaso de la ley ómnibus, que se trabó en diputados y volvió a foja cero como si nunca hubiera salido de las comisiones, Javier Milei deslizó en la noche del martes -madrugada de Israel, donde está de gira- que apelaría al plebiscito popular para legitimar las reformas contenidas en el proyecto frenado en la Cámara Baja.
La Constitución establece que las leyes las dicta el Congreso, sin atajos, salvo por la posibilidad de que lo haga el Ejecutivo mediante decretos, aunque luego deben ser convalidados por los legisladores. Además de las limitaciones legales para legislar por decreto, Milei debería contemplar el nivel de consenso en la sociedad para gestionar despreciando al Congreso.
Milei les declaró la guerra a los gobernadores y amenazó con un giro totalitario
Un plebiscito le daría una idea al respecto. Los consensos en la sociedad son cada vez más “precarios”, advierte constantemente la consultora Zuban Córdoba, que se dedica a medir el humor social con la política de forma periódica.
En su último informe, de enero de este año, se enfocó en los límites del consenso social. Consideró que la experiencia reciente no deja dudas sobre la precariedad cada vez más marcada del consenso. Significa que los consensos sobre determinadas políticas se consolidan y se disuelven rápido. A la vez, remarca el trabajo, los responsables de decidir las políticas las sostienen en el tiempo, con lo cual pierden apoyo haciendo lo mismo que les había generado una base de sustentación amplia.
Milei insiste en que su plan tiene consenso en base al resultado del balotaje de noviembre. Zuban Córdoba detectó que el Presidente resignó una porción apreciable de su base electoral en los primeros 20 días en el poder, luego se frenó la sangría.
Votos fugados y consolidación de la base de sustentación
Milei tiene imagen positiva para el 44,3% de los votantes, mientras que su gobierno es bien visto por el 45,7%, son diez puntos menos que los obtenidos por el libertario en el balotaje, según la encuesta nacional de la consultora dirigida por Gustavo Córdoba y Paola Zuban.
A la vez, favorece al gobierno que el 45,9% del electorado culpa de todos los males del presente al gobierno de Alberto Fernández, exonerando a Milei de la responsabilidad por el impacto de las medidas de su breve gestión.
El sondeo de enero de Zuban Córdoba incluyó la medición del apoyo social para una gestión por decreto de Milei en el caso de que no obtuviera la aprobación del Congreso para la Ley Ómnibus. El 59,4% consideró que ese camino es incorrecto, mientras que el 37,3% dijo que es el camino correcto. Poco más del 3% no contestó.
En el núcleo que rechaza la vía del decreto hay votantes de Patricia Bullrich (24,5% de los que la eligieron en octubre del año pasado) y también de Milei (16,1% de las generales y 18,7% del balotaje), Se suman a casi la totalidad de los electores que se inclinaron por Massa y a todos los que lo hicieron por Miriam Bregman. Entre los votantes de Juan Schiaretti, el 74% rechaza el reemplazo del Congreso por decretos del Ejecutivo.
La relación entre adeptos y detractores de la supresión del Congreso varía según las regiones del país. La amenaza del gobierno libertario tiene más apoyo que rechazo en Cuyo y el centro del país. Mientras que en las demás regiones el rechazo es más fuerte.
La encuesta se hizo antes de que transcurriera el debate legislativo de la Ley Ómnibus. Las repercusiones del mismo y sus derivaciones son potencialmente capaces de cambiar la opinión de una porción del electorado.