La queja es porque la Unión Europea impone que sean sacadas a subastas las concesiones de restaurantes balnearios en 2015, por lo que perdería su establecimiento.
Un empresario italiano pasó la noche en la cúpula de la basílica de San Pedro del Vaticano, donde se encaramó, por tercera vez, para protestar contra "la crisis y el euro".
Se trata de Marcello Di Finizio, dueño del restaurante "La Voz de la Luna", en Trieste, que se subió a la cúpula de la basílica de San Pedro del Vaticano por tercera vez, ya lo había hecho el 30 de julio y el 3 de octubre de 2012.
La queja de Di Finizio se centra ahora en la directiva Bolkestein de la Unión Europea (UE), que impone que sean sacadas a subastas las concesiones de restaurantes balnearios a la orilla del mar a partir de 2015, por lo que perdería su establecimiento.
Igual que hizo las otras veces, Di Finizio entró como un turista más en la cúpula de San Pedro y luego saltó la verja de seguridad y se encaramó en una de sus ventanas, donde pasó la noche sujeto por unos arneses, según despacho de EFE.
Ante la mirada de los turistas, Di Finizio desplegó una pancarta en la que se lee: "stop a la masacre, no al Euro".
En las ocasiones anteriores, el empresario descendió tras pasar una noche y después de que los gendarmes del Vaticano lo convencieran.