En línea con el pensamiento del Gobierno de Mendoza, los cornejistas que tienen una banca en la Cámara de Diputados votarán en contra de que se aumente las regalías mineras para que las empresas extractivistas aporten más dinero a las arcas provinciales, un punto que contiene el RIGI en la Ley Bases.
Lo adelantó Lisandro Nieri, quien dijo que la versión de la ley lo deja "con gustito a poco" porque no avanza con la reforma laboral ni con la quita de derechos a los jubilados como pretendía el oficialismo y tuvo que resignar en el marco de las negociaciones para que salga la ley.
Nieri y Pamela Verasay obedecen a Alfredo Cornejo y votaron hasta ahora en tándem sobre todo lo que propuso el régimen libertario en el Congreso. Tras votar la Ley Bases en primera instancia, Verasay obtuvo un viaje todo pago a Estados Unidos financiado por el lobby de los empresarios estadounidenses con negocios en Argentina.
Días atrás, la ministra de Energía y directora de YPF Jimena Larorre se pronunció en el mismo sentido, contra la posibilidad de que las mineras paguen más que el 3% en boca de pozo -es decir pagan esa pequeña suma por el material sin tratar, que después aumenta exponencialmente su valor- por el oro, el cobre y la plata que saquen de la cordillera.
En términos tributarios, la principal fuente de ingresos fiscales para las provincias son las regalías, y en menor medida el impuesto a los Ingresos Brutos. La Ley de Inversiones Mineras le pone a las regalías un tope máximo del 3% del “Valor boca de mina” (el costo del mineral extraído previo a cualquier proceso de transformación, luego de restarle los costos de producción).
"Se va a votar que se pague más por regalías mineras, yo estoy en contra y votaré en contra. No puedo subir un impuesto y decir que eso es más recaudación, porque después hay un negocio que no se desarrolla, porque después los emprendimientos no van a venir a Argentina. El RIGI es un ducto especial pero después les duplicamos las regalías mineras, es contradictorio", se explayó Nieri en radio Nihuil.
Quería más ajuste y menos derechos
Nieri admitió que pretendía que la Ley Bases fuera aún más a fondo con la quita de derechos a los jubilados y los trabajadores, al tiempo que esperaba que más empresas fueran privatizadas.
"Había 41 empresas para privatizar. Hay gente que quiere que nada se modifique en Argentina. De las 41 quedamos en una lista de 9 porque hay gente que dice 'la empresa de mi pueblo no la toquen'. Y si una empresa que puede funcionar está la posibilidad de que sea de forma privada", postuló.
"La ley se queda a mitad de camino y le da mucho poder a los sindicatos", apuntó sobre la reforma laboral.