Diez meses después de haber asumido al frente de la CGT Mendoza y prometido "no arrodillarse ante la el gobierno de turno", Luis Márquez y Ricardo Letard, la cúpula local de la central obrera, firmó un acuerdo de "paz social" con Alfredo Cornejo t cámaras empresarias.
La firma fue en Casa de Gobierno, en un acto que le permitió después a Cornejo jactarse de impulsar con gremios y empresarios "un clima de paz social y propenso a las inversiones".
El acuerdo se firma en contexto de un fuerte embate de Cornejo por instaurar la megaminería metalífera en Mendoza pasando por sobre las leyes restrictivas y omitiendo la resistencia social que la actividad ha tenido en las calles.
La aprobación del RIGI y el ablandamiento de las leyes laborales que cristalizó la Ley Bases a favor de las patronales son clave para la expansión de poder que planea el mandatario provincial.
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"Existe una ventana de opciones para el sector privado con un posible cambio en la orientación del modelo económico. En este contexto, desde el Gobierno Provincial estamos utilizando todos los instrumentos disponibles para que nuestra provincia tenga una estructura productiva aún más diversa de la que ya posee y pueda generar mayores riquezas para el desarrollo económico y social".
Según la propaganda oficial, las partes "se comprometieron a hacer los mayores esfuerzos para aunar voluntades para evitar litigiosidad social y laboral en el marco de las dificultades económicas que padece el país". Es decir, dispersar protestas en medio del plan de ajuste y desguace que arrecia desde la gestión libertaria con Cornejo como garante político de su ejecución.
Según promocionaron los voceros del oficialismo, el pacto "tiene como objetivo fortalecer la producción y promoción de un clima laboral sin conflictos. Es único en el país y apunta a contribuir en la generación de consensos y políticas que impulsen el desarrollo económico y social de Mendoza".
Por parte del Gobierno acompañaron la firma de Cornejo el ministro de Gobierno, Natalio Mema; el ministro de Producción y empresario bodeguero, Rodolfo Vargas Arizu, y el subsecretario de Trabajo y Empleo, Rodrigo Herrera.
Por el lado de los empresarios firmaron Santiago Laugero (Federación Económica de Mendoza), Martín Clement (Consejo de Empresarios de Mendoza), Jorge Mosso (Asociación de Ejecutivos de Mendoza), Marcelo Pieralisi (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas), Gloria Magnaghi (Unión Industrial Mendocina), Juan Viciana (Unión Comercial e Industrial de Mendoza) y la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas.
“Este convenio tiene el objetivo directo de transmitir símbolos: aquí hay paz social, aquí no se hace conflicto por cualquier cosa, que la dirigencia gremial empresaria no va a dejar de representar el interés legítimo de sus empresas y que la dirigencia gremial representativa de los trabajadores no va a dejar ni va a aflojar un milímetro de representar los intereses de sus trabajadores”, dijo Cornejo.
Agregó: “Obvio que no es un convenio que tiene efectos directos e inmediatos, pero busca darle instrumentos a mi gabinete, a mi gobierno y a ustedes, para atraer nuevas inversiones en la provincia. Hay diferencia entre invertir en Mendoza con respecto a invertir en otras provincias, eso es lo que queremos poner de manifiesto”.