El Gobierno promulgó la ley que eliminó el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) para entregarle todo el poder de control del agua a Sergio Marinelli, jefe de Irrigación y pieza clave en la expansión del fracking en Mendoza. El EPAS era uno de los entes de control bajo dominio del cornejismo, como el EPRE e,l EMOP.
La eliminación del EPAS anticipa una suba de tarifas, y en ese sentido Marinelli ya se ha pronunciado por cobrar según cantidad de consumo.
Marinelli tendrá en sus manos el sistema tarifario que, según lo planeado por Cornejo y Marinelli, "deberá reflejar los costos de operación, mantenimiento, inversiones en expansión y renovación del sistema y amortización de los servicios y, en su caso, una retribución razonable para el operador, en el contexto de una administración eficiente".
Irrigación podrá gestionar recursos provenientes de multas, tasas de control y otros ingresos, además de suscribir convenios con organismos provinciales y municipales.
Todo avalado por la Legislatura
La eliminación del EPAS se votó en la Legislatura al mismo tiempo que se aprobaba la Declaración de Impacto Ambiental de 34 proyectos de exploración de cobre en la cordillera de Malargüe.
Tras eso avanza un proyecto para ampliar las facultades de Irrigación para multar y la modificación de la centenaria Ley de Aguas otrora intocable como la Constitución.