En la tarde del viernes durante la práctica que llevaba adelante el plantel de Independiente Rivadavia en su estadio, un grupo de barras encapuchados produjeron violentos incidentes, golpearon a jugadores del club y tiraron bombas molotov a los autos de los profesionales, causando incluso un principio de incendio. Así lo informó el portal Cuyo Noticias, al mismo tiempo que dio cuenta de que tras los incidentes quedó una persona "detenida e imputada" y otras tres fueron aprehendidas.
Entre los lesionados se encuentran Diego Caballero, con un corte en su pierna derecha, el arquero Josué Ayala con un corte en su mano, Franco Sbuttoni y el dirigente Domingo Marzari. También el médico del plantel Luis Cicchitti recibió un piedrazo en su pecho.
Mas de 80 hinchas saltaron una pared e ingresaron al estadio, tiraron bombas en la playa de estacionamiento, destrozaron los autos de los futbolistas y hasta se trenzaron mano a mano con algunos de ellos.
El multiempresario Daniel Vila, presidente del club, apeló a uno de los medios de su propiedad, radio Nihuil, después de lo sucedido para hilvanar un discurso que despegara a la conducción de la barra. Dijo que se irá del fútbol y de la presidencia de la Lepra cuando termine el campeonato de la B Nacional en curso, al que le quedan tres fechas. No es la primera vez que el empresario renuncia, en una de las oportunidades anteriores renunció porque le cuestionaron que quisiera ponerle el nombre de su padre, hincha del archirrival de la Lepra, Gimnasia y Esgrima, a la tribuna norte del estadio Bautista Gargantini, del Parque General San Martín.
La Lepra mendocina está amenazada por el descenso en el actual torneo de la B Nacional. La AFA accedió al pedido realizado por los dirigentes de Independiente, y el partido que debía jugarse este domingo con Atlético Tucumán, fue postergado, y se pasó para el miércoles a las 15 a puertas cerradas.
El diario Olé citó declaraciones del futbolista Diego Caballero a TyC Sport: "Ahora estoy más tranquilo, pero fue un momento de terror lo que vivimos en la práctica, me dieron una golpiza. Gracias a Dios estoy bien pero en un momento pensé en lo peor. Parecía una guerra y que éramos los enemigos de ellos, vinieron con armas blancas, de fuego, bombas molotov. Rompieron todos nuestros autos. Un momento muy triste para mi y para mi familia, yo soy de Misiones y toda mi familia se preocupó mucho, mi madre me llamó llorando, fue un momento muy feo".
El delantero de la Lepra relató con lujo de detalles cómo sucedieron los hechos. "Recibí una lesión de arma blanca, debajo de la rodilla derecha. Gracias a Dios no fue en la rodilla porque me hubiera roto todo. Ahora estoy con mi novia, ella me llamó llorando también, quedamos muy asustados. Rompieron un portón de la playa de estacionamiento, entraron al campo de juego y al primero que agredieron fue al arquero Ayala porque era el que tenían más cerca. Ahora me da miedo salir a la calle, no quiero salir de mi casa. Hoy en día pienso en dejar de jugar en el club. Recibimos mensajes de texto con amenazas, el Ogro Fabbiani también recibió mensajes en los que lo amenazaban".
