Con el asesinato de una mujer negra, Texas cumplió las 500 ejecuciones desde la vuelta de la pena de muerte

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De las 1.337 ejecuciones llevadas a cabo en todo el país desde 1976, ese Estado del sur norteamericano ha sido responsable de más de un tercio de ellas. La última, por inyección letal, fue para Kimberly McCarthy.

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Texas llevó adelante su ejecución número 500 desde el restablecimiento de la pena de muerte en Estados Unidos en 1976, al suministrarle la inyección letal a una mujer negra de 52 años culpable de homicidio.

De las 1.337 ejecuciones llevadas a cabo en todo el país desde 1976, este Estado del sur norteamericano ha sido responsable de más de un tercio de ellas. "Una etapa siniestra", comentó la abogada de la condenada, Maurie Levin.

Kimberly McCarthy, quien estuvo 14 años en el corredor de la muerte de Texas, fue declarada muerta por inyección letal a las 18:37 en la prisión Walls Unit, declaró un portavoz del Departamento de Justicia de Texas, John Hurt.

 

La mujer fue acusada de asesinar a cuchilladas para robarle a una vecina.

La mujer fue condenada a muerte por el asesinato de una señora mayor en 1997 durante un robo en el condado de Dallas.

La ejecución de McCarthy se había suspendido a último momento en dos ocasiones, a fines de enero y a principios de abril, bajo la sospecha de discriminación racial durante la selección del jurado que la condenó, mayoritariamente blanco.

La abogada de la reclusa, Maurie Levin, agotó todas las apelaciones, hasta que recientemente la corte penal de Texas se negó a reexaminar el caso. "Si hubiera un recurso posible, lo intentaría", dijo la abogada poco antes de la ejecución. Pero "por razones de procedimiento, los recursos no fueron nunca examinados a fondo".

“Los vergonzosos errores” que plagan el caso de McCarthy, “como el prejuicio racial, la asesoría legal ineficaz y los tribunales sin voluntad para ejercitar una verdadera supervisión del sistema”, reflejan los problemas centrales en la administración de la pena de muerte, expresó la jurista.

Fuera de la prisión situada en la pequeña ciudad de Huntsville, unos 40 manifestantes a favor de la abolición de la pena de muerte permanecían reunidos bajo el sofocante calor, detrás de una cinta amarilla colocada por las autoridades penitenciarias.

Los manifestantes portaban pancartas con mensajes como: "ejecutar la justicia, no a la gente", "detener las ejecuciones en Texas", "la pena de muerte es racista" y "los texanos contra los asesinatos del Estado".

Texas executes 500th inmate since death penalty reinstated
La mujer fue acusada de asesinar a cuchilladas para robarle a una vecina.

"Este es un evento trágico", dijo Dennis Longmire, profesor de la Universidad de Huntsville y militante abolicionista. "Sin embargo, la ejecución número 500 no debería recibir más atención que la primera o la 501", opinó frente a los muros de ladrillos rojos de la cárcel.

"Es muy triste y horrible", como si se tratara de la Edad Media y no del año 2013, declaró recientemente otra militante contra la pena capital, Gloria Rubac. "Es momento de que Texas entre en el siglo XXI, el mundo nos está mirando", sentenció.

"Es increíble lo que hacen, no tiene sentido", dijo Sheryl Smith, pastora de la iglesia Metodista justo después de la ejecución. "Esta ejecución número 500 pone el foco de atención en Texas, espero que traiga un poco de aire fresco y haga presión para cambiar las cosas", reflexionó.

Kimberley McCarthy fue condenada a muerte en noviembre de 1998. La sentencia se anuló en una apelación, pero fue confirmada en un segundo proceso que tuvo lugar en 2002. Esta es la ejecución número 17 en Estados Unidos en lo que va del año, y la octava en Texas.

McCarthy es la tercera mujer ejecutada en el país desde 1976, según el Centro de Información sobre la Pena Capital (DPIC). La última mujer ejecutada antes de ella fue Teresa Lewis, el 23 de setiembre de 2010, en el estado de Virginia (este). Texas, que retomó las ejecuciones en 1982, tras el levantamiento de una moratoria impuesta por la Corte Suprema de Justicia, ejecutó a 3 mujeres desde entonces, y otras 8 están en el corredor de la muerte.

"Entre estos 500 hombres y mujeres, hay nombres que simbolizan lo peor de la pena de muerte, que culmina con la última pesadilla: la ejecución de un inocente", dijo Kristin Houlé, directora de la Coalición de Texas para la Abolición de la Pena Capital, citando a diez hombres que fueron ejecutados a pesar de que existían serias dudas sobre su culpabilidad.

Tomado de eltelegrafo.com.ec

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