El secretario de seguridad, Sergio Berni, sostuvo que los saqueos que ayer golpearon a Bariloche y luego se registraron en las afueras de la ciudad santafesina de Rosario y sobre la Panamericana, en Camapana, tienen "intenciones políticas" por parte de dirigentes "sin escrúpulos" que quieren "teñir de sangre estas fiestas". Y, aunque sin responsabilizarlo directamente, no dudo en apuntar contra el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano.
Desde Bariloche, adonde viajó al frente de un contingente de 400 gendarmes que el Gobierno Nacional envió para tratar de contener la situación, Berni dijo que tienen perfectamente identificados, "con nombre y apellido" a quienes participaron en algunos de los saqueos. Y puntualizó: "son barrabravas de Villa Dálmine y choferes de la empresa agroquímica que responde al gremio de Camioneros, que nada tiene que ver con los referentes sociales que trabajan con la comunidad".
En declaraciones a Radio 10, el funcionario sostuvo que los hechos de violencia de ayer "responden claramente a intenciones políticas". Y afirmó que "hay un sector de la argentina que quiere llevar el caos, la violencia y quiere teñir de sangre estas fiestas".
"Hace 10 días que venimos diciendo que hay gente irresponsable que quiere instalar las ideas por medio de violencia y caos, acá tenemos el ejemplo de lo que denunciamos. Esto fue organizado y responde a cuestiones políticas. No tienen escrúpulos y no son capaces de discutir democráticamente sus ideas", acusó.
Berni también apuntó contra la CTA opositora, que conduce Pablo Micheli, aunque no la vinculó con los saqueos sino con el presunto sabotaje por el que el Gobierno responsabilizó el enrome apagón de ayer en Neuquén. En esa provincia, dijo, hay "una persona grave que estaba saboteando las líneas eléctricas" y es "cercano a un diputado que responde a la CTA de Micheli".
Fuente: Clarín