Un centenar de presos políticos fueron ejecutados y lanzados al mar atados a rieles. El hallazgo fue posible porque un militar que participó en la misión confesó antes de morir el lugar exacto donde fueron lanzados los ejecutados.
En la Caravana de la Muerte, misión chilena de 1973 de la dictadura de Augusto Pinochet, un centenar de presos políticos fueron ejecutados y lanzados al mar atados a rieles. Algunos trozos de metal fueron hallados tras la confesión de un represor.
Los pedazos de metal fueron encontrados en las costas de Caldera, al norte de Santiago. El hallazgo fue posible gracias a que un militar que participó en la misión y cuya identidad se mantiene en secreto confesó antes de morir el lugar exacto donde fueron lanzados los ejecutados.
Según informan fuentes judiciales, se han encontrado "menos de cinco" trozos de metal, los cuales se encuentran en el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones, donde serán analizados. En la actualidad, la búsqueda continúa en el área del hallazgo ya que existe la posibilidad de que haya más piezas similares.
Varios defensores de los derechos humanos desaprueban que los detalles de la investigación se mantengan en secreto, pues lo consideran un hecho importante ahora que están por cumplirse el 40.º aniversario del golpe de Pinochet. Según Efe, algunos expertos señalan que, a menos que el militar fallecido haya confesado los nombres de los ejecutados, resultaría "imposible" intentar aproximarse a la identidad de quienes fueron lanzados al mar.
Días después del golpe militar de Chile, el 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet subrayó que no tendría piedad "con los extremistas", e inmediatamente formó una comitiva que tendría la misión de agilizar y revisar los procesos de los detenidos. Los militares recorrieron el país en la llamada 'Caravana de la Muerte' ejecutando a prisioneros políticos con especial brutalidad. Los pedazos de vía de ferrocarril eran usados para hundir los cadáveres que los represores tiraban al mar.
Una oportunidad para "romper el pacto de silencio"
Pablo Ruiz, miembro de Observadores de la Escuela de las Américas, espera que los militares aprovechen este descubrimiento para romper el pacto de silencio y sacar a la luz todas las atrocidades del régimen de Pinochet.
“Lamentablemente los militares no han colaborado en nada para esclarecer los crímenes que sucedieron en la dictadura”, indicó Pablo Ruiz, recordando que se cumplirán 40 años del golpe de estado y todavía —subraya— no se sabe el destino de los cuerpos “de tantas personas que fueron asesinadas cruelmente por el gobierno de Pinochet”,
El hallazgo es en realidad la segunda revelación en la investigación de acciones represivas. El primero ocurrió en 2004, cerca de Valparaíso, donde se encontraron cuatro piezas metálicas. Según declaraciones judiciales de suboficiales y mecánicos del Comando de Aviación del Ejército, entre 1973 y 1977 al menos 500 cuerpos fueron arrojados al mar desde helicópteros.
El régimen chileno de Augusto Pinochet todavía está plagado de secretos. En abril de este año WikiLeaks publicó un documento que revelaba que el Vaticano defendió la dictadura chilena negando las represiones, que tachó de "propaganda comunista".